Subastadas entre protestas 100 toneladas de marfil
108 toneladas de marfil, el equivalente a 10.000 elefantes muertos, que Namibia, Zimbabue, Botsuana y Suráfrica subastaron en las dos pasadas semanas, con permiso de la Convención para el Comercio Internacional de Especies Protegidas (CITES, en inglés) y encontraron comprador en China y Japón, principales mercados de marfil. Es la primera subasta en diez años, desde que fue prohibida su venta para luchar contra la caza furtiva. No se volverá a producir otra en nueve años.
Aún así, la subasta ha sido polémica. Los ecologistas alertan de que los furtivos aprovecharán esa venta para introducir sus propias reservas, y denuncian la falta de control del comercio ilegal, especialmente en China. Los compradores pagaron 11 millones de euros, 119 euros por kilo, mucho menos de su valor en el mercado negro, donde se puede llegar a pagar 627 euros por kilo, según el jefe de la Unidad de Apoyo al CITES, Jonathan Barzdo.
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