Cazadores

Con relación al ataque sufrido por un cazador en el Valle de Arán, por parte de la osa Hvala, querría hacer las siguientes puntualizaciones. Todo el debate se está centrando en si se tiene que reintroducir el oso en los Pirineos o no; como no soy una experta, me remito a los informes de los técnicos. Pero de lo que sí soy experta es en excursionismo, senderismo, bicicleta de montaña, etcétera. Lo que sí he podido constatar a lo largo de mi dilatada experiencia es que de toda la fauna que habita en el bosque, incluida la humana, la más peligrosa, y de largo, es la de los cazadores.

Cada año, cuando llega la temporada de caza varios miles de personas armadas penetran en los bosques. Cada año, desgraciadamente, se producen accidentes, y algunos de ellos fatales. Nunca he visto ninguna declaración por parte del colectivo de cazadores de prohibir la caza porque se haya producido un accidente por culpa del uso de armas de fuego. Tiren de hemeroteca y verán la diferencia abismal entre los accidentes producidos por cazadores y los producidos por el oso, ¡si es que hay accidentes por culpa de las avispas!

El problema es que los cazadores no quieren competencia, el bosque es suyo, y creo que es al resto de los usuarios del bosque a los que nos tendrían que preguntar si estamos de acuerdo en la intromisión de los cazadores en nuestro medio natural. El debate es si hace falta que haya cazadores. Y no me digan que son necesarios para el equilibrio de la naturaleza; en el siglo XXI se pueden controlar a los osos, conejos, jabalíes, etcétera, sin necesidad de liarse a tiros cada otoño.