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Apuntes

Los italianos 'arrastran' a miles de valencianos a sus universidades

La "brutal" demanda en Italia por venir de Erasmus impulsa la reciprocidad

"Las universidades italianas nos buscan y presionan para firmar convenios desde que se iniciaran los intercambios (antes del Erasmus) hace más de 20 años porque hay una demanda brutal de los italianos por España", señala la coordinadora de la beca Erasmus de una universidad valenciana. No es el único motivo, pero esa presión, y la singular forma de regular los intercambios de la beca europea, ayuda a entender por qué Italia es con diferencia el primer destino Erasmus en las cinco universidades valencianas. La otra cara de la moneda es más lógica: el aprendizaje del castellano está cada vez más valorado en todo el mundo, y los italianos lo saben. Su lengua resulta, en cambio, mucho menos atractiva.

En la Politécnica, la distancia entre Italia y Alemania es mínima
Reino Unido, el país más solicitado, no quiere Erasmus sino alumnos que paguen

Los gestores valencianos de la beca indican otras dos razones obvias por las que los alumnos eligen Italia: sienten empatía por una cultura similar y, sobre todo, el idioma es el más accesible después del inglés. En realidad, según todas las universidades, los estudiantes prefieren ir a las universidades británicas, pero éstas, que registran una altísima demanda de todo el continente, y que cuentan con algunos de los campus más prestigiosos del mundo (Cambridge es la cuarta, después de tres estadounidenses, y Oxford la décima, según el ranking de Shanghai) prefieren tener estudiantes invitados (pagan por las matrículas) que Erasmus (que no generan ingresos).

"Los estudiantes que no son de lenguas, no suelen estudiar un segundo idioma además del inglés, así que si este destino falla, lo más fácil, por el idioma, es decantarse por Italia", afirma Enrique Bigné, vicerrector de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Universitat de València. Y si a esto de ser el "destino comodín", añadimos que en las universidades valencianas tradicionalmente el mayor número de convenios de intercambio los suscriben con sus homólogas italianas, la ecuación de por qué Italia es el destino mayoritario ya encaja.

Las universidades valencianas atribuyen ese número de convenios a la insistencia italiana. Para firmar un convenio Erasmus debe haber un número similar entre los alumnos que entran y salen de la universidad. Y las estancias las gestiona cada facultad o escuela. No parece existir una gran planificación a escala de la universidad, aunque hay matices. "Cuando se incorporaron los países del Este, el rectorado recomendó que firmáramos con estos países, pero lo haces por buena voluntad, porque los eslovacos quieren venir, pero los nuestros no se van y el número debe ser equilibrado. Con los alemanes pasa lo mismo, vienen más que se van. En el fondo, el estudiante escoge Italia porque no sabemos otro idioma si falla el inglés". Por eso, revela, "cada vez más las universidades alemanas y francesas imparten docencia en inglés para atraer Erasmus".

Y aunque se firma más con Italia, los coordinadores reconocen ser ya más selectivos al elegir universidad aquí. Esto explica que las dos universidades italianas con más estudiantes Erasmus de la Universitat de València sean Bolonia y La Sapienza, ambas prestigiosas y por delante de las universidades valencianas en el ranking de Shanghai.

En la Universitat de València es donde la balanza más se decanta hacia Italia si se mira el segundo destino. Del total de 1.058 estudiantes Erasmus en la Universitat de València el curso pasado, 282 se marcharon a Italia; 172, a Francia y 158 al Reino Unido. La afinidad en los planes de estudios de gran parte de sus carreras sociales y humanísticas con los de las italianas parece influir. En la de Alicante, también Francia se convierte en el segundo lugar de acogida, pero está más igualado (108 a Italia frente a 91 a Francia) de sus 482 Erasmus. Y en la Universidad Jaume I, sorprendentemente después de Italia (72) se encuentra casi en un empate técnico el Reino Unido (48) y Francia (46), de acuerdo con los datos del curso pasado, en el que se marcharon 313 estudiantes.

En la Universidad Politécnica y en la Miguel Hernández, Alemania se erige como la segunda patria Erasmus. De hecho, en la Politécnica, con un total de 1.740 estudiantes enviados, la diferencia entre el primer destino, Italia (con 176), y el segundo, Alemania (163), es nimia. La referencia de Alemania en las ingenierías ha contribuido a ello y ha calado en profesores y alumnos.

Rosa Verdejo, estudiante de Medicina en Valencia, se marchó de Erasmus a Italia. Quería un destino en inglés, pero su facultad no ofrecía plazas en Reino Unido, y ni en Holanda, ni en Finlandia le garantizaban la docencia en inglés, así que eligió Italia. En los foros de Internet Erasmus se encuentran varias claves. Algo importante porque, como indican los servicios de intercambio, los alumnos se apoyan más en la opinión de otros universitarios a la hora de elegir universidad que en clasificaciones universitarias. Uno de los mayores foros es Erasmusworld.com. Un usuario afirma: "Es cierto que las asignaturas suelen ser bastante más asequibles en Italia que en España". Recomienda "hablar mucho con los profesores, con tu peor italiano, porque tampoco es que te regalen el aprobado". Tampoco elude hablar de "la fiesta", algo consustancial a la experiencia Erasmus, y advierte: "No vengáis con la idea de montar fiestones, porque no es como en España".

Desconfianza hacia el antiguo bloque del Este

En los intercambios universitarios por Europa gestionados por las universidades valencianas se observa otra tendencia. En general, entran más alumnos que salen. De hecho, tanto la Universitat de València como la Politécnica han difundido sendos comunicados recientemente en los que revelan que son la segunda y quinta universidades de Europa, respectivamente, en la recepción de alumnos extranjeros.

Se da la circunstancia de que la Politécnica es, además, la tercera de Europa que más alumnos envía, pero, con todo, los recibidos allí (1.740) superan a los enviados (1.136). En la Universitat de València se repite la misma tónica: hubo 700 alumnos Erasmus más de los que salieron el curso pasado. En la Universidad de Alicante también hay un saldo de 450 estudiantes más.

Este desfase se debe, en parte, a que "a pesar de la alta calidad académica de los centros de Europa del Este, tenemos una gran resistencia a que se vayan a los nuevos países miembros de la Unión Europea", según confirma, Silvia Caporale, directora del Secretariado Programas Internacionales y Movilidad de la Universidad de Alicante. La otra razón hay que buscarla en la contraparte: italianos, alemanes y franceses, se sienten atraídos por Valencia.

El italiano Riccardo Zucca, que estudió parte de la ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en la Politécnica de Valencia, gracias a la Erasmus, escogió lugar por este orden: "El clima, quería algo parecido a Cerdeña, y el idioma". En definitiva, "eliges país, más que universidad". Entre otras cosas, argumenta, porque el Erasmus no tiene a su disposición todos los centros de Europa; en su universidad, la disyuntiva española se encontraba entre la Politécnica de Valencia y una universidad del Norte. De su testimonio se extrae una lección: las universidades, que ostentan a través de los coordinadores de las titulaciones la capacidad de firmar convenios de intercambios internacionales, deben procurar que haya la mayor calidad y diversidad de lugares Erasmus a elegir para ser competitivas en una Europa en la que en 2010 no habrá ya fronteras para convalidar títulos, ni para buscar trabajo.

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