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Presupuestos para la recesión

Castells estima que la economía catalana retrocederá el 0,1% en 2009 - La Generalitat cerrará con un déficit límite de casi 2.130 millones de euros

El Consell Executiu aprobó ayer unos presupuestos para 2009 austeros y encorsetados. A la crisis -"recesión", según la previsión del consejero de Economía, Antoni Castells,- se suma la imposibilidad de superar el límite de déficit autorizado (el 1% del PIB), y la importante merma recaudatoria derivada del modelo de financiación, que el año que viene aportará 1.000 millones de euros menos a las arcas de la Generalitat.

El escenario macroeconómico que prevé el Gobierno catalán asusta: decrecimiento de la economía del 0,1%, caída del consumo, desplome de la inversión, destrucción de 55.000 puestos de trabajo -previsión que puede quedarse corta: es lo que ha pasado sólo en el tercer trimestre de este año- y el aumento de la tasa de paro del 8,9% actual al 11,6%. La única buena noticia es la reducción drástica de la inflación (crecerá el 2,6%).

"Es un contexto realista. La recesión tendrá su importancia: durará uno o dos años, pero saldremos adelante", manifestó ayer el consejero.

El presupuesto consolidado (Administración y empresas públicas) de la Generalitat para 2009, que Castells presentará en el Parlament el próximo viernes, roza los 37.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 6,4% (el 3,8% en términos reales, una vez descontada la inflación). Potenciará, según el presidente, José Montilla, la "atención a las personas más vulnerables" y la "competitividad de las empresas". Destina, por un lado, 712 millones de euros más que este año a políticas sociales (salud, educación, protección social y vivienda), en torno al 4% más que los 17.000 millones de euros presupuestados para 2008, y 126 millones adicionales a políticas de I+D+i.

El techo de gasto de la Administración de la Generalitat (sin tener en cuenta las empresas públicas) se mantendrá estable, en términos reales, en algo más de 23.000 millones de euros.

Pero el ajuste de cinturón que llevará a cabo el Gobierno catalán quedará corto. El recorte de 46 millones en gastos de Administración previsto en las cuentas públicas -en julio, Montilla aprobó medidas para ahorrar 100 millones- es insuficiente para cuadrar el presupuesto. Y eso, unido al desplome de los ingresos, obligará al Gobierno catalán a cerrar el ejercicio con un déficit de 2.127,8 millones de euros, el 1% del PIB, que es el máximo que permite la ley.

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Este ejercicio de austeridad y prudencia, que en ciclos boyantes va bien para sanear las cuentas, limita el desarrollo de políticas keynesianas anticíclicas: en épocas de vacas flacas, el Estado debe gastar, inyectar dinero para reactivar la economía.

Si el escenario macro asusta, la previsión de ingresos para el año que viene es para echarse a temblar: caerán el 4,5%, hasta los 21.141 millones de euros. El motivo no es otro que el conocido desplome de los ingresos procedentes del sector inmobiliario. La recaudación del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados bajará en casi 1.800 millones de euros (el 46%), y la del IVA, caerá el 13,5%, hasta los 3.668 millones. El modelo de financiación aportará 21.412 millones de euros, 990 menos que los que debería aportar el ejercicio en curso.Castells ha tenido que cerrar los Presupuestos sin contar con el aumento de recursos que debería aportar el nuevo sistema de financiación. El consejero tampoco sabe a ciencia cierta si podrá contar con este incremento, aunque se mostró confiando en alcanzar un acuerdo antes de fin de año. "No considero otra hipótesis que la de aprobar el nuevo sistema en el curso de este año", dijo.

Y es que en las últimas semanas desde el Gobierno central se han lanzado algunos mensajes que indican que el acuerdo podría demorarse hasta principios de 2009. Ayer, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, afirmó que a finales de noviembre el Gobierno central presentará un nuevo documento sobre la reforma del sistema de financiación. El Gobierno catalán rechazó en julio la propuesta anterior entregada por Solbes.

Castells dio algunos signos de satisfacción. "Ha habido una aproximación de posiciones, pero no suficiente como para decir que soy optimista", dijo. La previsión del consejero de Economía es incorporar sobre la marcha el dinero que pueda llegar con el nuevo sistema. "En el momento en que se haya acordado el nuevo modelo de financiación tendremos que hacer las modificaciones presupuestarias que correspondan" y apuntó que esto se hará "probablemente con un crédito extraordinario". Montilla apoyó la tesis de Castells sobre la financiación. "Estamos negociando y aspiramos y esperamos que pueda entrar en vigor en 2009", informa Natalia Iglesias.

Los grupos que integran el Gobierno, PSC, ERC e ICV, se felicitaron por haber logrado mantener un alto nivel inversor en tiempos de crisis. El presidente de Iniciativa, Joan Saura, destacó que el año que viene será "difícil" tanto económicamente como por el previsto descenso de ingresos de la Generalitat. Esquerra se mostró ayer razonablemente satisfecha.

Convergència i Unió dijo que si el Gobierno catalán debe presentar unos presupuestos tan modestos es por su situación de "debilidad". El presidente de CiU, Artur Mas, acusó a Montilla de ser "incapaz" de defender los intereses de Cataluña ante el Gobierno central. "Si el PSC hubiera defendido los intereses de Cataluña y hubiera puesto en dificultades al PSOE en el aspecto español, Cataluña tendría una mejor respuesta desde el punto de vista de la financiación", dijo.

El Partido Popular hizo una lectura más tradicional. El diputado Enric Millo pidió directamente la retirada de las cuentas por considerar que incluyen "errores muy graves", como "la errática previsión de ingresos, la insuficiente atención al gasto social, la falta de austeridad y la incapacidad para reactivar la economía real". Según Millo, si se aprueban los Presupuestos de 2009 tal como el Gobierno de la Generalitat los ha elaborado, se agravará aún más la crisis económica.

Rechazo de la oposición

- JOSÉ MONTILLA. Son unos Presupuestos de crisis, como no puede ser de otra manera, pero contienen las que han sido nuestras prioridades de la legislatura: activar la economía y atender a las familias y a las personas más vulnerables".

- ARTUR MAS (CiU). "El tripartito está en una situación de debilidad porque en lugar de negociar duramente con el Gobierno socialista ha optado por no incomodar al PSOE".

- ENRIC MILLO (PP). "Las cuentas presentan errores muy graves como la errática previsión de ingresos, la insuficiente atención al gasto social, la falta de austeridad y la incapacidad para reactivar la economía real".

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