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El Parlamento alemán autoriza el refuerzo militar en Afganistán

25 civiles, entre ellos 15 niños, mueren en un ataque aliado

El Gobierno alemán obtuvo ayer una holgada mayoría en el Bundestag, el Parlamento federal, para aumentar en 1.000 soldados el contingente máximo de 3.500 que ahora tiene en Afganistán y alargar su presencia en el país asiático otros 14 meses.

La canciller democristiana, Angela Merkel (CDU), y su ministro de Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier (SPD), han logrado así aplazar hasta después de las elecciones federales, en septiembre de 2009, el próximo debate parlamentario que decidirá sobre la presencia de tropas alemanas en Afganistán.

Según el ministro de Defensa, Franz Josef Jung (CDU), la decisión no implica el envío inmediato de más soldados, sino que busca aumentar la "flexibilidad" de los mandos para reaccionar a los acontecimientos sobre el terreno.

Alemania ha triplicado con sucesivos incrementos su presencia en Afganistán, que empezó en 2002. Su zona de operaciones, en el norte, también es mayor. El envío de aviones de combate tipo Tornado y de una fuerza de reacción rápida no han logrado evitar un aumento de los ataques talibanes y la violencia en su espacio.

La misión militar ha ido perdiendo apoyos entre los alemanes, lo que se refleja en el aumento de la influencia de los sectores críticos en los partidos políticos.

En este contexto, el resultado en el Bundestag fue tranquilizador para la canciller y su futuro rival electoral y actual ministro Steinmeier. Un total de 442 diputados votaron a favor, 96 en contra y 32 se abstuvieron. Tanto socialdemócratas como democristianos, que forman la gran coalición que gobierna desde 2005, dieron su apoyo a la propuesta. También los liberales del FDP la apoyaron, mientras que el partido La Izquierda la rechazó de plano. Los Verdes quedaron divididos.

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El general Hans-Lothar Domröse, jefe de las tropas alemanas, definió el pasado martes en el diario Süddeutsche Zeitung la situación en Afganistán como un "enfrentamiento asimétrico" y avanzó que las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN no podrán ser reducidas antes de 2013. El Gobierno no ha avanzado ninguna fecha para el final de la presencia alemana en ese país.

Las críticas a la misión llegaron la semana pasada desde los democristianos. Peter Ramsauer, portavoz parlamentario de la Unión Social Cristina (CSU), partido bávaro hermano de la CDU, pidió al Gobierno que explique "adónde lleva el viaje y bajo qué condiciones terminará el mandato". Jürgen Trittin, de los Verdes, demandó ayer "un plan escalonado" para el regreso de las tropas que responda a "una imagen realista" de la situación en el terreno.

En noviembre, el Bundestag revisará la participación alemana en la operación antiterrorista Libertad Duradera, que dirige EE UU en Afganistán. Berlín prevé retirar los 100 soldados de élite destacados en la misión.

[Sobre el terreno, un bombardeo de las tropas aliadas causó la muerte a unos 25 civiles en la provincia sureña de Helmand, bastión de los talibanes, según la policía local y testigos citados por France Presse. Un periodista de la BBC relató que había visto los cadáveres de tres mujeres y 15 niños, de entre seis meses y 15 años, en la capital provincial, Lashkar Gah, que fueron trasladados desde su pueblo, en el distrito de Nad Ali. Según los testigos, aún hay cadáveres entre los escombros. La ISAF afirmó en un comunicado que está investigando los hechos].

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