Policías marroquíes agreden a un agente español en Melilla

Un policía nacional fue agredido en la frontera de Melilla por varios agentes marroquíes cuando intentaba impedir que éstos detuvieran a una compatriota en suelo español. Hace un mes, altos mandos de las fuerzas de seguridad españolas estuvieron a punto de ser agredidos por una muchedumbre por las dificultades para entrar en Melilla.

Todo comenzó cuando un policía marroquí intentó arrebatar a Souad el Abdellaoui una manta que ésta acababa de comprar, al tiempo que la insultaba. La mujer, que acababa de entrar en Marruecos, tras cruzar andando la frontera de Melilla, dio marcha atrás y se dirigió al puesto policial español acompañada por su marido, Juan Eugenio Rodríguez Valverde. "Es de mi propiedad, no para el contrabando", le dijo al agente cuando éste le pidió una propina. Mantas y cubrecamas representan un buen porcentaje del masivo comercio ilegal en esa frontera.

Al ver a Souad retroceder, el agente no se cortó. La siguió hasta el control español y, una vez allí, tiró de ella para arrastrarla hacia Marruecos. Entonces apareció un policía nacional que advirtió que esa zona era ya España. "Tú no te metas, esto es cosa nuestra", le respondió el policía marroquí, al que se habían unido un par de uniformados. Su colega español "les repitió que debían marcharse de allí". Fue entonces cuando dos agentes marroquíes se abalanzaron sobre el español. Uno "le cogió por detrás (...) y otro le agarró por el pecho y le golpeó", según la denuncia interpuesta por Rodríguez en una comisaría de Melilla. Varios compañeros del agredido acudieron en su ayuda. "En todo momento la intención de los agentes marroquíes fue la de arrastrar al policía español hacia la zona marroquí", señala la versión de la Jefatura Superior de Policía de Melilla. "Pero no pudieron lograrlo y se marcharon a Marruecos".

"Se trata de un suceso menor y excepcional", aseguran fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla. Las autoridades españolas no se han quejado ante Rabat.

El semanario de Casablanca Al Ayam calculó hace ya un lustro que los policías y aduaneros destinados en las fronteras de Ceuta y Melilla se embolsaban al año 90 millones de euros. Los recaudaban cobrando a los pequeños porteadores entre 45 céntimos y 1,9 euros por viaje, y cantidades superiores a los que transportaban la mercancía en automóviles.