Reivindicación generacional de los cuerpos celestes

Dice el Diccionario No Escrito Del Rock que un homenaje es aquel acto que se brinda a un artista que ha muerto o bien no tiene donde caerse muerto. ¿Un homenaje a Los Planetas? J, voz y cara del grupo manifestaba su sorpresa en Madrid el mismo día que en Barcelona ocho bandas nacionales interpretan en el sobrio Auditori versiones de sus temas. "No sé, es muy desconcertante, tanto que me he quedado al margen". Él se apartó de su homenaje movido quizás por la humildad o por no quererse sentir aún venerable, pero más de 2.000 mil personas dejaron sin entradas el recinto y más de una veintena de músicos dieron las gracias a Los Planetas por sus canciones. Aunque Los Planetas estén más vivos que nunca.

En un homenaje hay que contar con varias premisas. Una de ellas es que algunos invitados dicen que no, caso de Sr Chinarro. Otros dicen que sí y luego son víctimas de imprevisto s, caso de Beef y Fernando Alfaro. Quedan por último los que cancelan a última hora, papel que esta vez le tocó a un Enrique Morente, cuya presencia se hubiese saludado como un milagro. Aún con todo, la noche planetaria satisfizo expectativas, permitió comprobar por enésima vez que las canciones del grupo de Granada resisten cualquier apropiación dada su calidad intrínseca y por fin evidenciaron que suenen acústicas y desnudas -Clovis tocando Contra la ley de la gravedad o Nacho Vegas con Cielo del Norte- o ruidosas y estridentes -Pumuky abordando David y Claudia- siempre hay un regusto a Planetas imborrable.

Esa característica esté quizás en la base del homenaje a la banda de Granada en el XV aniversario de la edición de su primer disco, el epé Medusa, del que por cierto no sonó ningún tema. Los Planetas han marcado a una generación con su estilo y sus letras. Sin ir más lejos la de Raquel, 32 años, o Víctor 28, directores de Sones, la empresa promotora del acto. Su adolescencia y juventud se meció con el rock distorsionado y delicadamente melódico del grupo. Ahora, cuando ya comienzan a entrever el final de las tersuras, nada mejor que afirmarse en lo que les dio carta de naturaleza. "En cierto modo estoy en la música por Los Planetas", decía nerviosa Raquel.

Poco más o menos todos los presentes estaban en lo mismo, evidenciando que el tiempo pasa, tanto que ya tienen sus propios clásicos a los que venerar y respetar. Ese es quizás el sentido que J no quería ver, diciendo con retranca que "pregunté a ver si la recaudación iba para los homenajeados", antes de afirmar que "me están llamando todos los músicos a ver si aparezco y la verdad ahora me da envidia el acto". Le hubiese gustado al menos ver el espléndido trabajo que hizo Tachenko con Desorden o el de Lori Meyers, Lagartija Nick y Fantasma 3. Fue en suma un trabajo que sirvió para que una generación se reivindicase por medio de la música. La próxima igual lo hace a través de los videojuegos.