Monteseirín baraja una piscina en el Guadalquivir

El Ayuntamiento y el Puerto de Sevilla tienen ya sobre su mesa el anteproyecto de una obra que, si sale adelante, cambiará el paisaje del Guadalquivir entre el Puente de Triana y el del Cachorro. El Club Natación de Sevilla les ha propuesto construir una piscina olímpica dentro del río, una idea que ya se ha barajado alguna vez pero que nunca hasta ahora ha tenido un proyecto en firme.

El plan cuenta con la aprobación preliminar de la Junta

La Consejería de Turismo, Comercio y Deporte y la Delegación Municipal de Deportes ya han dado su aprobación preliminar al documento, que el Ayuntamiento está estudiando ahora con el Puerto. El debate está abierto y si el plan obtuviera el visto bueno, la concesión de los terrenos tendría que salir a concurso público, aunque fuentes municipales adelantan que el club privado tendría más puntos por ser el que ha presentado el anteproyecto. El Club Natación es de carácter privado y a él sólo tiene acceso los socios, aunque algunas de sus instalaciones deportivas están abiertas a otros usuarios a cambio de una cuota mensual.

El documento, elaborado por el estudio de arquitectura Sánchez Carrero Arquitectos, presenta la idea como una solución para los problemas de espacio del club, cuyas instalaciones en la calle Trastamara se han quedado pequeñas. Pero los arquitectos ofrecen también la idea como una forma de recuperar para la ciudad un espacio situado en la orilla del río a la altura de la calle Arjona. Bajo parte de este solar, de 10.300 metros cuadrados, existe ahora un aparcamiento público subterráneo, sobre las que hay dos pistas polideportivas.

El proyecto, con un presupuesto de 6,3 millones de euros, incluye nuevas instalaciones en estos terrenos, aunque la zona más emblemática se ubica en una plataforma de madera flotante sobre el río de 2.000 metros cuadrados. Los arquitectos proponen construir ahí una piscina de 50 metros de largo y ocho calles de dos metros y medio cada una, homologada oficialmente para la práctica de natación, waterpolo y natación sincronizada. Al lado se levanta una grada para 270 personas, un atraque de barcos deportivos y un pequeño edificio con vestuarios y un jacuzzi exterior cubierto de cuatro metros de diámetro. Los arquitectos apuntan en su anteproyecto que este tipo de infraestructuras deportivas y piscinas sobre un río son pioneras en España, aunque cuenta con varios ejemplos en Europa.

En el solar al borde del Guadalquivir el documento propone rehabilitar como sede social del club un bar que lleva años cerrado y que es el único edificio existente ahora en esta parcela. Además, los arquitectos plantean otro inmueble de planta ovalada y tres alturas que se destinaría a administración y actividades de ocio, desde un spa a salas de aerobic, yoga y halterofilia. Al oeste de ambos edificios, se construirán dos zonas deportivas con una piscina de recreo, una pista de voley-playa y varias pistas de pádel.