Brown sale al rescate de la City tras el desplome de dos grandes bancos

El Gobierno británico se vio obligado ayer a acelerar la puesta en marcha de su plan de rescate de la City tras el colapso en bolsa de dos grandes bancos del país: el RBS cayó un 39,2% y el HBOS un 41,5%. El primer ministro, Gordon Brown, convocó una reunión de emergencia con las autoridades financieras para el lanzamiento de ese plan. Los dos grandes ejes del mismo, según la BBC, son la inyección de capital en la banca mediante la compra de acciones preferentes y la creación de un sistema de emergencia para poner a disposición de la banca una cantidad ilimitada de dinero fresco para cubrir sus necesidades de liquidez.

El Gobierno se dispone a comprar acciones por valor de 68.000 millones

La banca británica vive el peor día desde que empezó la crisis financiera

El Gobierno no dio ayer los detalles de su paquete, pero se cree que se dispone a comprar acciones por valor de entre 35.000 y 50.000 millones de libras (entre 48.000 y 68.000 millones de euros). Se trata de una nacionalización parcial de la banca sin precedentes. El ministro del Tesoro, Alistair Darling, hizo una brevísima declaración al término de la reunión en Downing Street en la que se limitó a decir que el Gobierno está trabajando para estabilizar la banca y que hará una declaración antes de que vuelvan a abrir los mercados.

El canciller del Exchequer llevaba varios días trabajando en este plan, pero su lanzamiento se vio precipitado ayer tras vivir la banca su peor día desde que empezó la crisis financiera, entre rumores de que tres grandes bancos habían pedido ayuda al Gobierno por sus problemas de capitalización.

Los desmentidos ayudaron a frenar la caída de Barclays (que cerró con un descenso del 9,2%) pero no evitó el desplome del gigante Royal Bank of Scotland (RBS) ni de HBOS. El Lloyds TSB, que se ha comprometido a absorber al HBOS, bajó un 12,9% pero el HSBC, el mayor banco del país y que pasa por estar muy bien capitalizado, no se vio afectado por la tormenta y subió un 2,15%.

El primer ministro, Gordon Brown, tuvo que convocar de urgencia a media tarde a Alistair Darling, que por la mañana asistió en Luxemburgo a la reunión del Ecofin, al gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, y a lord Turner, presidente de la Aurtoridad de Servicios Financieros (FSA en sus siglas en inglés), la autoridad reguladora de la City.

Las especulaciones sobre el plan de rescate de la City han estado en gran medida detrás de los desplomes bursátiles de ayer, porque ha desatado los rumores de que algunos bancos están gravemente descapitalizados. El lunes por la noche, los patrones de RBS, Barclays y Lloyds se reunieron con el responsable del Tesoro para pedirle que acelerara la tramitación del paquete de rescate. Según algunos medios le habrían pedido una inyección de 20.500 millones de euros cada uno.

Los tres bancos se desplomaron de inmediato al conocerse ayer por la mañana noticias de esa reunión. Los desmentidos tuvieron sólo efectos parciales. "Contrariamente a las especulaciones de la prensa, RBS no ha presentado al Gobierno una petición de capital", dijo en una nota el banco escocés, sin conseguir frenar la caída. Según su consejero delegado, sir Fred Goodwin, el Gobierno se dispone a actuar "más pronto que tarde". El consejero delegado de Barclays, John Varley, negó también que su banco haya pedido ayuda. Lloyds, que se ha comprometido a absorber a HBOS, no hizo comentarios.

El nerviosismo que se vive en los mercados ha provocado críticas contradictorias sobre el comportamiento del Gobierno. Por un lado, se le acusa de estar actuando desde el principio de la crisis de manera reactiva, solucionando los problemas a medida que se iban presentando. Primero, con la nacionalización del Northern Rock luego, permitiendo el canje de títulos hipotecarios por bonos del Estado. Después, con las intervenciones para rescatar al HBOS impulsando su fusión con Lloyds TSB y vendiendo al Abbey Santander la parte sana del Bradford & Bingley y nacionalizando los activos tóxicos. Y por último, elevando la garantía sobre los depósitos bancarios como reacción a la decisión previa de Irlanda.

Ahora, cuando trabajaba para solucionar los problemas de descapitalización de la banca antes de que éstos se convirtieran en motivo de especulación, la filtración de esos planes ha contribuido a desestabilizar a la banca y ha forzado al Gobierno a acelerar el rescate de la City.