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Reportaje:

"No hay trabajos para ti, inculta"

El acusado de matar a su mujer en Santurtzi la mantenía recluida en su domicilio - El juez ordena el ingreso del hombre en la prisión de Basauri

Iván Pozo, el hombre de 32 años que supuestamente mató a su esposa, la joven nigeriana Docas David, de 26, el pasado domingo en Santurtzi, contaba con un historial de ataques previos contra sus parejas. "Es un poco excéntrico, abandonado, poco dado a cumplir su palabra, y es verdad que le pegaba a su anterior pareja. Aún así, no te lo esperas", contaba ayer una persona muy cercana a la familia Pozo, quien no dejaba de mostrar su incredulidad ante lo ocurrido.

De su relación anterior con una mujer colombiana, Pozo tuvo un hijo y se ganó una orden de alejamiento tras ser denunciado varias veces por su pareja por maltrato. "Lo único que quería ella era alejarse de él con su hijo. Nos contaba de los gritos, de las palizas. Creo que terminó volviendo a Colombia, pero no estoy seguro", explica el encargado de uno de los comercios de la zona, ocasional confidente de la ex pareja de Pozo.

La pareja acudió a un programa televisivo para la prueba del polígrafo

La misma persona vinculada a la familia confirma que el hombre acudió hace cerca de un año, junto con la mujer a la que el domingo ató de pies y manos y luegó supuestamente mató, al programa La Hora de la Verdad de Antena 3, un espectáculo en el que las parejas airean sus diferencias frente a las cámaras y con un polígrafo de por medio. "Ella le reprochaba mucho que no le dejara salir, que la tuviese encerrada y que volviera tarde a casa. Sé que tenía problemas para salir, no le dejaba", cuenta. Ninguno de los vecinos consultados por este periódico recuerda haberle visto sola en la calle. "Siempre iba con él a su lado, y con la niña en el carrito". "En todos estos años, sólo la vi dos veces", añade una vecina del tercer piso del número 11 de la calle Ramón y Cajal de Santurtzi, escenario del crimen.

El dinero se había convertido en un problema para el hombre. No pagaba los gastos de la comunidad, ni las reparaciones que se habían hecho en el inmueble. El atraso, que sumaba ya varios miles de euros, ha llegado incluso a los tribunales. El acusado había intentado emular los pasos de su padre Manuel, montando una tienda de electrodomésticos y reparaciones, pero pronto fracasó y tuvo que cerrar el local. "Estuve como un año y pico reclamando un mando con forma de volante de la PlayStation que le llevé para que me lo arreglara. Cuando cerró, mucha gente se quedó sin recuperar sus electrodomésticos", cuenta otra joven vecina. Bajo el paraguas del comercio del que su padre es socio, Electricidad Idoiaga, Iván Pozo andaba ahora metido en el negocio de los seguros para el hogar y las reparaciones domésticas.

El edificio en el que ocurrió el crimen es uno de esos cuyas paredes parecen de papel, en el que todos escuchan la vida de todos. Desde la escalera, se puede oír perfectamente cómo los cubiertos del vecino chocan con el plato a la hora del almuerzo. Los gritos entrecruzados en la pareja eran recurrentes. "En el patio interior, cuando estaban en la cocina se oía todo. Le gritaba 'eres una inculta, no tienes educación, así nunca vas a encontrar trabajo, no los hay para ti'. La dejaba siempre por los suelos", relata la joven vecina. "El día del crimen, mi madre oyó gritos por la mañana. Dijo que si esto seguía así llamaba a la policía. Poco después, la mujer dejó de gritar".

La niña de tres años que tenían Docas David e Iván Pozo seguía ayer bajo la custodia de la Diputación de Vizcaya, que no aclaró si se hará cargo de la tutela de la pequeña o si la encomendará a algún familiar. El supuesto asesino, que reconoció los hechos en su declaración ante a la Ertzaintza, ingresó en la tarde de ayer en la prisión de Basauri por orden del juez, según precisó Interior.

Santurtzi quiere acusar en el juicio

Más de un millar de personas se concentraron a media tarde de ayer frente al Ayuntamiento de Santurtzi para mostrar su rechazo a la violencia contra la mujer y expresar su repulsa por el asesinato de Docas David, una joven nigeriana que deja en el mundo a una niña de tres.

A la concentración, convocada por el Ayuntamiento, asistieron representantes de todos los partidos con representación en el consistorio, así como el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti; el diputado de Acción Social, Juan María Aburto; la directora de Emakunde, Izaskun Moyua y la presidenta de la Asociación Clara Campoamor, Blanca Estrella.

"No a los malos tratos contra las mujeres", fue el lema de la protesta para honrar la memoria de la joven fallecida. Los 15 minutos de concentración transcurrieron en un respetuoso y absoluto silencio. Todo terminó con un fuerte aplauso.

El consistorio de la localidad vizcaína quiere personarse en la causa que en su día se abra contra Iván Pozo. La Junta de Portavoces, celebrada ayer, con presencia de PNV, PSE-EE, PP y EB-Berdeak, acordó por unanimidad "realizar los trámites legales oportunos para posibilitar en este caso el ejercicio de la acción popular por parte del Ayuntamiento".

El consistorio mostró también su "firme y frontal rechazo ante el asesinato de Docas David" y trasladó sus condolencias, solidaridad y cariño a la familia de la víctima a la que ofreció facilitarle el acceso a los recursos sociales existentes.

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