Salir de médicos
Miniclinic abre tiendas sanitarias en centros comerciales
Entre una tienda de moda y un taller de remiendos hay un ambulatorio médico en el centro comercial La Moraleja Green. Allí, a 15 metros de un supermercado, está Miniclinic desde hace dos meses. Es el primer establecimiento médico retail de España. Atiende urgencias, sí, pero no es un gran hospital -apenas tiene 40 metros cuadrados-, tampoco el típico consultorio privado. Es, más bien, una tienda de atención médica al por menor.
Miniclinic atiende urgencias menores (gripes, catarros, erupciones cutáneas...). También presta servicios preventivos: pruebas de alergia, tratamientos antitabaco, chequeos cardiacos o programas de control de sobrepeso. "La gente se queda con lo exótico: una clínica en un centro comercial. Pero también se protocolizan y se producen servicios. Cuando vas al médico no te ofrecen productos. Aquí sí. Éste es el concepto del negocio: productos sanitarios listos para consumir", explica José Antonio Martín, fundador y propietario de Miniclinic, "es retail por su ubicación y porque tiene productos sanitarios paquetizados".
A diferencia de otros modelos sanitarios con clara vocación comercial que llenan el hueco que deja el sistema público de salud (odontología, oftalmología, estética...), Miniclinic compite con la sanidad pública. Martín no lo ve así. "Ésta es una oferta complementaria. Ofrece servicios que teóricamente están cubiertos por la sanidad pública, pero en la práctica no tanto. Por ejemplo, las pruebas de alergia se hacen en 20 minutos por 49 euros. Por el circuito normal tienes que ir al médico de familia, pedir cita en un servicio hospitalario y las esperas pueden superar el año". Competencia o complemento, éste es un intento de aprovechar comercialmente las deficiencias del sistema (listas de espera o servicios de urgencia saturados).
En el poco espacio que ocupa Miniclinic en este centro comercial de Alcobendas, al norte de Madrid, hay una sala de espera que hace las veces de recepción, un baño y dos consultorios. Normalmente trabajan un médico de familia, un enfermero y un recepcionista, aunque la plantilla del centro son 19 personas.
La inversión ha ascendido a unos 140.000 euros. La ha financiado Caja Navarra por un crédito que le permite convertirse en socio con un 33% del capital. Pero Martín quiere crecer. Antes de fin de año, prevé abrir otra clínica en Madrid. Dentro de dos años planea alcanzar las seis, y en cinco, unas treinta, en Madrid, Barcelona, Baleares, Levante y Costa del Sol. Para financiar esta expansión, tiene la intención de abrir dos rondas de financiación recurriendo a socios industriales y al capital riesgo.
Martín ya tiene un acuerdo con la red Sersanet que agrupa a varias aseguradoras. Ahora quiere hacerlo con las grandes (Mapfre, Sanitas...).
La medicina retail no es una idea original de Martín. Se la trajo de Estados Unidos. Este médico especialista en alergias estudió un MBA en la escuela de negocios Kellogg, en Chicago (Illinois). Allí hay más de mil clínicas repartidas por todo el país, según la consultora Merchant Medicine.
Pero el éxito al otro lado del Atlántico de esta oferta sanitaria, no lo garantiza en España. Hay grandísimas diferencias entre el sistema sanitario estadounidense, donde la presencia pública es casi residual, y el español. Martín, que reconoce la distancia, argumenta que los pacientes a ambas orillas del océano buscan calidad.
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