El sector del vino afirma que la Ley de Drogas lo aboca a desaparecer

La inclusión del vino en el anteproyecto de la Ley de Drogodependencias y Trastornos Adictivos, presentado por la Consellería de Sanidade, es rechazada de plano por las cinco denominaciones de origen vitivinícolas gallegas, por los tres sindicatos agrarios y por diversas asociaciones de bodegueros. Estas entidades, cuyos representantes se reunieron ayer en Santiago, apuntan que el sector se verá abocado a su desaparición si el vino se equipara finalmente a las sustancias tóxicas y adictivas.

"Si el vino es incluido finalmente en este texto legislativo nos condenan a desaparecer porque se establecen medidas para evitar el consumo y la promoción de nuestros productos", explicó José Manuel Rodríguez, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeira Sacra. Rodríguez actuó como portavoz del sector tras la reunión celebrada en Santiago en la que todos los asistentes suscribieron un manifiesto para exigir que el vino no se incluya en el texto legal que prepara Sanidade. Como alternativa plantean la creación de una ley específica que incluya las normas sanitarias necesarias para prevenir el consumo "indebido" de bebidas alcohólicas.

Rodríguez apuntó que las demandas del sector cuentan con el apoyo de la Consellería de Medio Rural, dirigida por el nacionalista Alfredo Suárez Canal. El vicepresidente de la Xunta, el también nacionalista Anxo Quintana, ya se pronunció esta misma semana a favor de las pretensiones de los representantes del sector vitivinícola. Fuentes de la Consellería de Medio Rural comentaron ayer que este departamento no apoyará una ley que vaya en contra de los intereses de las denominaciones de origen del sector.

En respuesta a estas reinvindicaciones, la conselleira de Sanidade, María José Rubio, explicó ayer que el anteproyecto de ley no es contrario a las denominaciones de origen y apuntó que la inclusión del vino entre las drogodependencias ya se establece en la normativa autonómica vigente, que data de 1996, al igual que lo hace la Organización Mundial de la Salud. Rubio explicó que esta calificación también se incluye en la legislación de otras comunidades autónomas, como es el caso de Castilla-León, donde este tipo de normativa no ha repercutido negativamente, según dijo la conselleira, en la denominación de origen Ribera del Duero.

El anteproyecto elaborado por la Consellería de Sanidade distingue entre bebidas destiladas y fermentadas e incluye entre estas últimas al vino y la cerveza. Según se indica en el texto, las bebidas destiladas "tienen una mayor concentración de alcohol y suelen combinarse con bebidas carbónicas que acelera su efecto de intoxicación", mientras que las fermentadas "se asocian, generalmente, a la ingesta de alimentos y a los consumos moderados y contextualizados en el medio donde se realizan". Sin embargo, el texto establece importantes limitaciones a la publicidad y promoción del alcohol, sin distinguir entre bebidas destiladas y fermentadas.

Sindicatos, bodegueros y consejos reguladores indicaron que si no se atienden sus demandas podrán emprender medidas de presión, aunque por el momento no han concretado en qué van a consistir.