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Cinco prórrogas y una llamada para desencallar la negociación

Miquel Noguer

Pocas veces se había visto tanto trajín como ayer en el habitualmente tranquilo registro del Parlamento catalán. Hasta cinco veces en dos horas visitaron estas dependencias de la planta baja del edificio los representantes del tripartito y de Convergència i Unió. Todas ellas para pedir prórroga para presentar una resolución conjunta sobre financiación que debía votarse a mediodía en el pleno. El acuerdo se resistía y el tiempo se agotaba.

Las conversaciones para cerrar un pacto entre los portavoces parlamentarios de los cuatro partidos se retomaron a las ocho de la mañana después que se interrumpieran el día antes sin grandes avances. Una llamada del presidente de la Generalitat, José Montilla, a Artur Mas a última hora de la noche del lunes contribuyó al acuerdo.

El presidente se negó en esta conversación a cuantificar lo que el nuevo sistema debe reportar a Cataluña -"Esto lo haremos más adelante", mantiene Montilla- pero sí se abrió la posibilidad de que el texto incluyera otra gran demanda de CiU. Montilla la aceptó porque entendió que no cambia ni el espíritu ni la letra de la carta autonómica. Así, pues, el presidente dio luz verde a que el texto incluyera la referencia a que los impuestos cedidos fueran ingresados por la Generalitat de forma "completa". Eso sí, Montilla impuso añadir la especificación de que todo se hará "según lo dispuesto en el estatuto". La concesión se convertía así, en retórica. El acuerdo vio la luz verde a las diez y media de la mañana entre suspiros de alivio de todas las partes.

Condena a ETA

Pero el pleno del Parlamento autónomo vivió ayer otra polémica al tumbar una resolución sobre ETA. La Cámara rechazó por 117 votos en contra (el tripartito más CiU) y 16 a favor (Partido Popular y Ciutadans) una moción de condena a la banda terrorista que incluía un llamamiento a los ayuntamientos catalanes para evitaran poner nombres de calles a condenados por delitos de terrorismo o por su apología. La propuesta de resolución fue presentada por Ciutadans y salió ampliamente rechazada porque los partidos contrarios consideran que el Parlamento ya se pronunció contra la banda terrorista en una junta de portavoces el 26 de septiembre, tras los últimos atentados.

Según explicó el portavoz de Ciutadans, José Domingo, la moción pretendía, por ejemplo, que poblaciones como Santa Coloma de Cervelló (Barcelona) retirarán del callejero el nombre de Jaume Martínez Vendrell, condenado por participar en el asesinato del empresario José María Bultó.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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