El 'caso Fabra'

Se ha puesto de relieve que el sistema bancario español, en concreto el castellonense, ha estado dando largas y poniendo trabas a la investigación judicial de las irregularidades supuestamente cometidas por el señor Fabra. ¿Por qué no me sorprende? Quizás no me sorprende porque los bancos y las cajas de ahorros de esta comunidad no ejecutan los créditos impagados por los políticos de cierto partido; o quizás sea porque cuando el partido en el poder no es del gusto de la patronal bancaria, ésta endurece las condiciones de los créditos en el periodo previo a las elecciones, reduciendo el ritmo y número de concesiones crediticias, para así influenciar la situación de las economías domésticas y con ello inclinar la balanza de intención de voto a favor de la, en ese momento, oposición.

No se encuentra más allá de lo posible que con estos regalos tan rentables, la patronal bancaria esté pagando servicios prestados con anterioridad por los políticos de cierto partido, que por cierto, y valga la redundancia, están en la función pública para forrarse.

Señor Camps, en ese millón de habitantes que utiliza como argumento para exigir más financiación del Estado, ¿están incluidos los jubilados ingleses a los que usted suprimió el derecho a la asistencia sanitaria? Por cierto, corriendo el riesgo de ahuyentar el turismo residencial que quedaba, tras las múltiples y sonadas estafas inmobiliarias que han sufrido los residentes extranjeros comunitarios, bajo su irresponsable Administración.