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El Senado planea descartar en el primer filtro a López y Hernando

Socialistas y nacionalistas rechazan a los dos candidatos del PP al Constitucional

Los dos únicos candidatos que ha avalado el PP para la renovación de cuatro miembros del Tribunal Constitucional no pasarán el corte en el primer filtro del Senado, la institución que debe hacer los nombramientos. Al menos, esos son los planes del PSOE.

La renovación del tribunal queda abocada de nuevo al bloqueo
El PP no tiene mayoría en la comisión que elige a los cuatro jueces

El PP ha impuesto a Francisco José Hernando y Enrique López, ex presidente y ex portavoz del Consejo del Poder Judicial, como sus únicos candidatos a magistrados del Constitucional. Ambos son verdaderas bestias negras para el PSOE, que mantiene las formas pero los considera una provocación. El procedimiento de elección facilita que, si el PSOE no quiere, Hernando y López no lleguen ni a pisar el Senado, aunque eso suponga en la práctica el bloqueo de la renovación.

Dentro del novedoso proceso por el cual las comunidades autónomas pueden proponer candidatos para los cuatro magistrados que nombra el Senado, el PP ha ordenado a todos sus grupos parlamentarios regionales que propongan a López o a Hernando, allí donde tienen capacidad de hacerlo. No hay más candidatos conservadores que ellos. De los 15 Parlamentos que van a enviar nombres, nueve propondrán a uno de estos dos juristas conservadores. El número total de candidatos será de 22. Entre ellos hay desde abogados hasta magistrados del Supremo. El PSOE ha optado en todas las comunidades por proponer a juristas prestigiosos y vinculados a cada territorio.

La Constitución exige una mayoría reforzada de tres quintos del Senado para el nombramiento, como garantía de consenso. Eso obliga a un pacto del PP y el PSOE, y por eso lleva meses bloqueada la renovación de los órganos judiciales. Pero esa mayoría debe obtenerse en el Pleno de la Cámara alta, no en todos los pasos previos.

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Una vez recibidos los nombres de las autonomías, el Reglamento del Senado (art. 184.7.b) dice que la Comisión de Nombramientos "elevará al Pleno de la Cámara una propuesta con tantos candidatos como puestos a cubrir". Es decir, que es competencia de la comisión convocar a los candidatos, escucharles, hacer una selección y reducir los 22 nombres a sólo cuatro, que son los "puestos a cubrir". Y la Comisión de Nombramientos toma sus decisiones por mayoría simple, como cualquier otra. Está compuesta por sólo siete personas: el presidente del Senado y los seis portavoces. El presidente no vota y los portavoces tienen voto ponderado, lo que significa que el voto del portavoz del PP vale 124 (el número de senadores del Grupo Popular). El PSOE (106 senadores), más la Entesa (el tripartito catalán, 16 senadores), más un grupo nacionalista (CiU con siete o PNV con cuatro), suman suficientes votos como para tumbar cualquier propuesta de los populares. Y el PP sólo tiene las propuestas de Hernando y López, que el PSOE tiene completamente atragantadas. El tripartito catalán y CiU los consideran enemigos declarados, además de líderes de la ofensiva judicial contra el Estatuto de Cataluña. El PNV no olvidará, para completar el catálogo de temas polémicos en los que Hernando ha pisado callos, que se opuso a derogar la ley que establecía penas de cárcel para quienes convocaran un referéndum ilegal, una ley del PP ad hoc para intimidar al lehendakari, Juan José Ibarretxe.

La Comisión de Nombramientos, adelantan fuentes socialistas, no admitirá a dos juristas de tan dudosa sensibilidad territorial. Públicamente, hasta el día 29, el PSOE sólo llega a decir que López y Hernando "hacen complicado" el acuerdo. Pero los socialistas han evitado votarlos en las comunidades y han dejado claro su desagrado. Alegarán que carecen de la "reconocida competencia" que exige la Constitución a los magistrados. No tienen obra jurídica publicada y López no ha pasado de juez de instrucción en León.

En la práctica, la propuesta del PP supone un bloqueo consciente de la renovación del Constitucional, que ya lleva diez meses pendiente. Si el Senado no encuentra cuatro candidatos que tengan el consenso necesario para que los vote el Pleno, los grupos pueden proponer a otras personas. Ahí es donde el PP puede dilatar el proceso indefinidamente. El PSOE cree que los populares pretenden que el tribunal resuelva sobre el Estatuto de Cataluña con su composición actual, con las fuerzas más equilibradas de lo que estarían tras la renovación.

La Comisión de Nombramientos, que se convocará a partir del martes, llamará a comparecer a los 22 candidatos. Serán examinados por los portavoces, que después declararán o no su idoneidad. La costumbre es que, si alguien no tiene posibilidades de salir elegido, no acuda a ese examen, por lo que López y Hernando quizá ni pisen el Senado.

El proceso de elección

- Los Parlamentos autónomos tienen hasta el 29 de septiembre para proponer candidatos (dos cada uno) para magistrados del Tribunal Constitucional.

- El Senado debe elegir, sin un plazo fijo, cuatro de esos nombres. La selección la hace la Comisión de Nombramientos, por mayoría simple, tras examinar a los candidatos en comparecencia pública.

- Una vez reducido el número de candidatos a cuatro, la Comisión traslada su propuesta al Pleno del Senado. Para que se apruebe el nombramiento, la Constitución exige una mayoría de tres quintos (que sólo es posible si hay acuerdo entre PP y PSOE).

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