La unidad de los alcaldes se resquebraja

Los 8.000 alcaldes de España llevan tres décadas pidiendo una reforma de su sistema financiero que nunca llega. Hasta ahora, por lo general, han estado todos unidos en esa lucha: municipios gobernados por PP o PSOE coincidían en hacer piña para denunciar la común "asfixia económica" y pedir al Gobierno más dinero. Pero en las últimas semanas esa unidad corre peligro de resquebrajarse: en cuanto el asunto, ignorado durante años, ha pasado de nuevo a la agenda política, las coincidencias han sido sepultadas por la bronca entre partidos.

Los regidores exigen al Gobierno que vincule su modelo al autonómico

El pasado martes el enfrentamiento estalló: el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el socialista Pedro Castro, tachó de "traición" la moción aprobada ese día -a iniciativa del PP- por el Senado y votada por todos los partidos menos el PSOE. Una resolución que insta al Gobierno a acelerar la reforma de la financiación local, pero que, al mismo tiempo, elimina algunas de las reivindicaciones clave de la FEMP. "Es puro partidismo. El único objetivo era dejar al PSOE solo en la votación. Han querido darle una patada al Gobierno, ¡pero se la dan en el trasero de los municipios!", protestó Castro con indignación.

La moción -que exige al Gobierno que ponga de una vez en marcha la reforma de la financiación local y que no reduzca el fondo económico en 2009- salió adelante porque el PP aceptó una exigencia de CiU: renunciar a que esa reforma esté "vinculada" a la de la financiación autonómica. La vinculación de ambos procesos era una petición unánime e "irrenunciable" de la FEMP porque es la forma de garantizar que los ayuntamientos no serán abandonados en el camino: de la misma tarta que se reparta entre las comunidades habrá que reservar un trozo para las ciudades. En lugar de eso, la proposición dice que las dos reformas se harán de forma "paralela y coordinada".

"¿Qué más da 'vinculada' o 'paralela'? ¡Son casi sinónimos! El PSOE se queja por tonterías cuando la única razón de que no suscribieran el texto es que éste exigía que el Gobierno incrementase los fondos el año próximo", alega el responsable de Política Municipal del PP, Juan Manuel Moreno, restando importancia a la polémica. Lo mismo hace el representante del PP en la FEMP, Fernando Martínez Maíllo. Y el portavoz popular en el Senado: "Es una mera cuestión semántica. No sólo no rompemos la FEMP sino que la potenciamos", insistía el martes Pío García-Escudero, que no perdió ocasión para resaltar la "soledad parlamentaria" del PSOE.

Sin embargo, la Entesa Catalana (PSC, ERC e ICV-EUiA) explicó así en un comunicado por qué votó a favor de la moción: "Dejaba muy claro que se debe desvincular la negociación local de la autonómica, asunto clave para el Gobierno de Cataluña". Y el senador de CiU Joan Maria Roig, autor de la enmienda, subraya: "¡Pues claro que hay diferencia entre 'vinculada' y 'paralela'! ¿Verdad que las líneas paralelas nunca se cruzan? Vincular la reforma de los dos sistemas de financiación habría perjudicado los intereses de Cataluña a la hora de negociar lo suyo".

"Una vez más, el PP hace un doble discurso. Aboga por la financiación local pero se desmarca de la unidad del municipalismo", clama el portavoz socialista en la FEMP, Ramón Ropero. La portavoz en el Senado, Carmela Silva, coincide: "Lo que ha ocurrido es gravísimo. Han renunciado a la vinculación de las dos reformas por ceder al chantaje de CiU".

La paradoja es que el texto alternativo que presentó Silva tampoco hablaba de reformas "vinculadas" sino "paralelas", exactamente igual que la de PP y CiU. Cuando se le señala esa incoherencia, la portavoz socialista afirma: "Pues no sé por qué se puso así... Pero ya en junio presentamos una moción en la que ponía 'vinculada', así que nuestra posición está clara". Aquella moción también la votó a favor el PP.

La resolución aprobada el martes pide asimismo la creación de un "consejo local de política financiera", mientras que lo que reclamaba la FEMP es que se dé entrada a los ayuntamientos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, junto al Gobierno y las comunidades autónomas. Otro ejemplo de la traición, subraya el PSOE.

El PP llevará mañana una proposición similar (y como la del Senado, tampoco vinculante) al Congreso. Ahí se verá si triunfa la bronca entre partidos o prevalece el frente común de los alcaldes por su financiación.