La Bolsa bendice la intervención pública
Las multimillonarias intervenciones públicas para reflotar el sistema financiero han conseguido, finalmente, el aplauso generalizado de los mercados de valores.
El Ibex 35 se ha anotado la mayor subida de la historia de la Bolsa española, con el 8,71%, que le sitúa de nuevo por encima de los 11.500 puntos. El día anterior, el Ibex 35 acumulaba una caída semanal del 6,84%, pero al cierre de esta última sesión conseguía subir el 1,28%.
Los inversores de todo el mundo, poco amantes de las regulaciones excesivas, que casi siempre han considerado como intromisiones, han recibido con júbilo la suspensión de las "operaciones a corto". Estas operaciones consisten, en general, en tomar títulos en préstamo para ponerlos en el mercado a la espera de la caída de su cotización y posterior recompra para su devolución, algo que en las últimas semanas rendía ganancias fáciles.
En la Bolsa española estas operaciones habían alcanzado niveles muy altos en los últimos meses, hasta el punto de que muchos pequeños inversores habían pedido su prohibición. Un buen ejemplo es el caso del Banco Popular, uno de los que han sufrido más convulsiones en los últimos días, y que al cierre del pasado jueves mantenía un "saldo vivo" de títulos prestados equivalente al 37,39% de su capital social, en total 454,3 millones de acciones. BBVA tenía el 25,7% de su capital "prestado", Santander el 18% e Iberdrola el 18,5%. Las operaciones a crédito, sin embargo, mantenían saldos insignificantes en esa misma fecha.
La defensa de los intereses de empresas e inversores con capital público ha tenido la misma respuesta en la mayoría de los mercados de valores que, en Europa, han registrado subidas de más del 9%, como fue el caso de la Bolsa de París. Francfort recuperó el 5,56% y Londres el 8,85%, mientras que la Bolsa de Nueva York ganaba el 3,7% a media sesión, después de subir el 3,86% el día anterior.
Este giro en la postura de los inversores tuvo efectos contundentes en los mercados de deuda, con fuertes subidas de las rentabilidades. El bono español subía 14 centésimas, hasta el 4,75%, mientras que el bund alemán se situaba en el 4,23%.
