_
_
_
_

17 heridos en el choque de bateeiros con los antidisturbios en Vilanova

Lanzamiento de piedras y cócteles molotov contra los que no secundaron el paro

La decisión de un grupo minoritario del sector extractivo mejillonero de no secundar el paro indefinido de la actividad, convocado por la asociación mayoritaria Pladimega (Plataforma de Distribución de Mejillones de Galicia), desencadenó ayer el episodio más violento vivido entre productores tras años sin ponerse de acuerdo. La batalla campal que se desató en el muelle de descargas de Vilanova, que se repitió por la tarde, se saldó con siete guardias civiles y al menos diez bateeiros heridos leves y uno de los empresarios manifestantes detenido.

Más información
Un negocio "de pobres" en peligro

Lo que iba a ser una jornada de protestas sin violencia para lograr unanimidad en la convocatoria de paro derivó en un conflicto que motivó la intervención de varias unidades antidisturbios. Partidarios de Pladimega explosionaron un artefacto colocado en un contenedor y prendieron fuego a un camión grúa que iba a recoger el bivalvo fresco que transportaban cinco embarcaciones desde las mejilloneras. La Guardia Civil requisó cuatro cócteles molotov y una lata con siete litros de gasolina y mechas. Uno de los barcos sufrió violentos ataques de los manifestantes, que lanzaban piedras y hierros a la tripulación para impedir la descarga de unos 30.000 kilos de bivalvo, que iba a realizarse en el escenario de los enfrentamientos para garantizar la comercialización en fábricas y cocederos.

Tanto la descarga como el transporte de mejillón se paralizó hasta pasadas las 3 de la tarde, cuando unos diez camiones comenzaron a circular, escoltados por coches patrulla de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Los agentes pretendían también garantizar la descarga del mejillón de al menos tres barcos que esperaban atracados en el puerto. El portavoz de Pladimega, Julián García, lamento los incidentes, "que no estaban planificados". "No hay justificación a lo ocurrido y nunca pensé que pudiéramos llegar a esto, pero algunos se han puesto muy nerviosos, porque económicamente lo están pasando muy mal y no entienden que haya gente trabajando cuando el paro lo están secundando más del 80% del sector", señaló.

La plataforma cree que el paro es la solución a los bajos precios del mejillón. La convocatoria no fue secundada por algunas asociaciones como Virxe do Rosario y Federación Arousa Norte. Tampoco por productores independientes que pretenden atender los pedidos de conserveras y cocederos. Un empresario de Vilanova contrario al paro denunció ayer en el escenario de los disturbios "que esta violencia ha traspasado todos los límites". "Hay mucha gente por temor a represalias y no por estar de acuerdo", afirmó.

La titular de Pesca, Carmen Gallego, condenó los incidentes violentos que se registraron en los muelles de Vilanova. "Son absolutamente condenables. Para nada favorecen la imagen del sector y perjudican la unión del sector para la organización de su producción", declaró.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El secretario de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas (Anfaco), Juan Vieites, arremetió ayer contra Gallego, a la que responsabilizó de "no llamar al orden" a los productores "cuando está en peligro todo el sector". Para Vieites, "el precio lo pone el mercado y el sector tiene que adecuarse".

Bateeiros en huelga, en el suelo, durante la intervención de la Guardia Civil en el puerto de Vilanova.
Bateeiros en huelga, en el suelo, durante la intervención de la Guardia Civil en el puerto de Vilanova.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_