"No renunciamos a incorporarnos a la Federación Rusa"

En los órganos de poder de Osetia del Sur habrá representantes de la población georgiana local, según el presidente de la república secesionista, Eduard Kokoiti, que ayer, en una entrevista con EL PAÍS, se pronunció a favor de "conservar la multiplicidad étnica". "Estamos dispuestos a normalizar las relaciones con la parte georgiana de nuestra población y, más aún, en la dirección de Osetia del Sur se integrarán representantes de las localidades georgianas", afirmó.

Las emociones desatadas, que siguieron a la entrada de los tanques de Tbilisi en Tsjinval, dejan paso a posiciones más calculadas. En agosto, Kokoiti rechazaba el retorno de los refugiados georgianos, pero ahora lo acepta con matices. "Las familias georgianas han vuelto a algunos pueblos de Osetia del Sur", señala y cita "el distrito de Znaur, donde regresaron 28 familias, y el de Leningorski". Ahora bien, en los pueblos georgianos al norte de Tsjinval, "prácticamente la mayoría de la población masculina participó en el genocidio del pueblo osetio. Esas gentes son delincuentes y han sido declarados prófugos". Esas localidades, en la ruta entre Tsjinval y Rusia, ardían el 12 de agosto y están hoy vacías.

"Hay que pensar en unas relaciones civilizadas con Georgia algún día"

"Rusia va a perforar el Cáucaso para construir un gran túnel ferroviario"

"No tenemos objeciones para otros ciudadanos que no participaron en el genocidio del pueblo osetio, pero dada la tensión actual hay que aspirar a restablecer la confianza entre la población. Eso es lo más importante. Debemos superar esta etapa. Por eso, decimos que sí [al retorno], pero sin forzar las cosas". Kokoiti no quiere dar fechas. "Todo depende de cómo evolucione la confianza mutua". "La pregunta sobre los refugiados georgianos debe formularse sobre todo a [Mijaíl] Saakashvili, porque él es el responsable", asegura, refiriéndose al presidente de Georgia. Admite Kokoiti que hubo "intentos de saqueo tanto en poblaciones georgianas como en poblaciones osetias". Esos intentos, dice, "fueron atajados muy deprisa por nuestras fuerzas de orden público".

Osetia del Sur aspira a unirse a Osetia del Norte, donde vive la misma comunidad étnica y que pertenece a la Federación Rusa. Pero Moscú se opone a ello para evitar ser "acusada de haber llevado sus tropas a Osetia del Sur para anexionarse el territorio de Georgia", afirma Kokoiti. "Osetia del Sur no tiene intención de renunciar a la aspiración de todo el pueblo osetio a unirse con Osetia del Norte y tampoco renuncia a su independencia. Hay muchas formas de unir un pueblo. Nosotros con mucho gusto nos incorporaríamos a la Federación Rusa, pero hoy es la misma Rusia la que no está dispuesta a esto. Así que hay otras formas de poder integrar plenamente el sur y el norte de Osetia, por ejemplo incorporarse a la Unión de Rusia y Bielorrusia. Si Rusia está dispuesta, nosotros también y nos integraremos en ella", dice Kokoiti, de 44 años. En el pasado fue campeón de lucha libre de Georgia y hoy dirige la Federación de Boxeo de Osetia, "la del Norte y la del Sur", puntualiza.

La semana próxima, Kokoiti anunciará la composición de su nuevo gobierno, "formado por ciudadanos de Osetia del Sur y de la Federación Rusa". "Debido al bloqueo de 18 años que nos organizó Georgia, tenemos serios problemas para encontrar especialistas bien cualificados de alto nivel y por eso invitamos a especialistas de Rusia. La gente que se incorporará al nuevo gobierno preparará a jóvenes especialistas osetios". Osetia del Sur y Abjazia firmarán sendos acuerdos de amistad, cooperación y ayuda militar con Rusia. La ceremonia, prevista para ayer se ha retrasado y Kokoiti relaciona el aplazamiento con "los 40 días de luto por los muertos de la agresión georgiana". Este plazo se cumple el 17 de septiembre.

Rusia prevé instalar 3.800 soldados en territorio de Osetia del Sur y otro contingente análogo en Abjazia. "Si no hay agresión por parte de Georgia, esa cantidad es suficiente", señala, saliendo al paso de medios osetios partidarios de incrementar ese contingente.

Entre los grandes proyectos para el futuro que menciona Kokoiti está la construcción de un ferrocarril que la una a Rusia, lo que supondría perforar el gran Cáucaso con un túnel "mucho mayor que el de Roki [3.660 metros de longitud y 3.000 metros de altitud]. Los ferrocarriles rusos ya han comenzado a estudiar esta "construcción grandiosa que no se acabará ni en un año ni en dos" y que implica un "trabajo enorme" y una suma de "miles de millones de dólares". "Con el tiempo hay que pensar en relaciones normales y civilizadas con Georgia y el ferrocarril es una contribución a la convivencia y la estabilidad en el Cáucaso, ya que recortará la ruta a Georgia, a la Transcaucasia y a Asia y puede ser muy rentable". Kokoiti planea también construir un aeropuerto -"los especialistas buscan un emplazamiento"- y asegura que mantiene conversaciones con "empresas rusas e italianas dispuestas a organizar una estación de esquí moderna".

De momento, "la frontera con Georgia quedará bien cerrada y sólo estará abierta para los que tienen parientes y en ciertos puntos". Las visitas de organizaciones humanitarias internacionales y las de periodistas serán posibles "sólo a través de Rusia".