El Gobierno de Bolivia despliega al Ejército en los pozos petroleros
El presidente declara la ley marcial en el norte del país
El Gobierno boliviano desplegó en la madrugada de ayer al Ejército para proteger los yacimientos de hidrocarburos -especialmente en la región de Tarija, rica en gas- y desbloquear las carreteras tomadas desde hace días por uno y otro bando: los seguidores del presidente Evo Morales y los opositores a éste, los autonomistas de la llamada Media Luna del Oriente que componen las provincias de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija, Chuquisaca y Cochabamba. Además, el Gobierno declaró el estado de sitio en el departamento de Pando, en el norte del país, ante la "violencia desbordada" en la región y "un crecientenúmero de víctimas".
Los militares han exigido a Chávez que no se entrometa en Bolivia
Los ataques de manifestantes contra las instalaciones petroleras en lo que va de semana han reducido a la mitad las exportaciones de gas a Brasil y la totalidad de las que se dirigen a Argentina. El Gobierno espera que con la ayuda de los militares los envíos de gas a los países vecinos se pueda restablecer cuanto antes. Los generales retirados de las Fuerzas Armadas solicitaron al Gobierno y la oposición que aplacaran a sus seguidores. De paso, marcaron bien la posición del Ejército: "Hemos jurado lealtad a la Patria, no a los Gobiernos, no a los partidos políticos", declaró el general Ismael Morales Bustamante, presidente de la asociación que aglutina a los altos mandos retirados.
El Ejército y la policía no han querido intervenir en el conflicto. Han preferido abandonar los edificios públicos que protegían en Santa Cruz a la horda de los saqueadores autonomistas para no tener que disparar contra ellos. En las sucesivas revueltas, las Fuerzas Armadas bolivianas, que en el pasado daban un golpe de Estado a la primera de cambio, se han mantenido al margen. Atentos, pero evitando todo tipo de represión.
En lo que sí han sido contundentes las Fuerzas Armadas de Bolivia es contra las "intromisiones externas de cualquier índole, vengan de donde vengan". Lo dijeron en respuesta al presidente venezolano, Hugo Chávez, quien aseguró el jueves que si al presidente Morales lo "derrocaban" o lo "mataban" le estarían "dando luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia".
"Al señor presidente de Venezuela, señor Hugo Chávez, y a la comunidad internacional le decimos que las Fuerzas Armadas rechazan enfáticamente intromisiones externas de cualquier índole", señala un comunicado leído por el general Luis Trigo, jefe máximo del Ejército.
Ayer fue día de luto por los ocho campesinos seguidores del presidente asesinados cerca de la ciudad de Cobija, la capital de Pando. Hubo algunos enfrentamientos, especialmente en el paso limítrofe de Puerto Quijarro, uno de los principales entre Bolivia y Brasil.
Para Brasilia la situación ya ha pasado de castaño oscuro. Así que el presidente brasileño, Lula da Silva, se ofreció a mediar en el conflicto boliviano. Lula llamó a Morales y lo primero que le dijo es que no toleraría ni la ruptura de Bolivia ni una asonada contra él. Luego hablaron de la posibilidad de una mediación pero al parecer Morales le dijo que aún espera poder resolver la crisis internamente.
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