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Segunda madrugada de sobresaltos

Arde el subsuelo de Retiro

Dos incendios subterráneos dejan a oscuras a 117.000 ciudadanos - Vecinos de 15 viviendas huyen envueltos en humo

Las tripas de dos barrios de Madrid, Ibiza y La Estrella, en Retiro, ardieron ayer durante dieciséis horas. Dos incendios subterráneos consecutivos, generados tras explosiones registradas bajo las calles de Menorca y Alcalde Sáinz de Baranda, a las tres y a las seis de la madrugada, respectivamente, devoraron miles de metros de cable tendido por Iberdrola y cegaron con un humo sofocante la atmósfera de amplias zonas de este área residencial del este de la ciudad.

Un inmueble envuelto por el humo fue abandonado a la carrera y en plena noche por sus inquilinos, alertados por convecinos que dormían con las ventanas abiertas y se habían despertado minutos antes sofocados por la inmensa humareda; otros residentes, inquilinos de la calle de Menorca, instados por los bomberos, permanecieron en sus hogares con las ventanas cerradas por la inundación de una escalera. "Creí que al granizo le había sucedido una niebla invernal", relataba una señora en referencia a la granizada de la jornada anterior. Salvo algunos episodios derivados de la inhalación de humo, como el sufrido por Dolores, vecina del 5º C de la calle de Alcalde Sáinz de Baranda 86, más el esguince en una pierna sufrido por su hija Marién, no se registraron desgracias personales. Seis personas mayores de la misma calle aceptaron alojarse en dependencias del Samur Social mientras se prolongara el episodio, que mantuvo en la calle a muchos de los moradores.

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Hasta 39.000 hogares (unos 117.000 ciudadanos, calculando una media de tres ocupantes por vivienda) perdieron el suministro eléctrico de la red a primera hora de la mañana por causa de los dos incendios, así como la maternidad de O'Donnell y Radiotelevisión Española. Decenas de comercios, bares y oficinas del área de Ibiza, O'Donnell y Sáinz de Baranda tuvieron que cerrar a la espera del reestablecimiento del servicio, recobrado paulatinamente. El último incendio fue sofocado a las 19.21. Desde una hora antes, el suministro eléctrico regresaba desde los 32 generadores móviles. Quince horas sin luz. El Gobierno regional abrió expediente informativo a Iberdrola por el corte. La ley de garantías de Suministro Eléctrico de la Comunidad de Madrid prevé sanciones de entre 600.000 euros por falta leve y 30 millones por falta muy grave.

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El primer incendio había surgido poco antes de las 3.18 de la madrugada, hora del primer aviso recibido por los bomberos, en una sala de empalmes de conducciones eléctricas situada a seis metros bajo la calle de Menorca 47, frente al Hospital Gregorio Marañón. La cirugía programada del área materno-infantil de este hospital tuvo que ser suspendida durante gran parte de la jornada.

La sala de empalmes eléctricos, que organiza los tendidos del cableado, según fuentes de Iberdrola, que rige eléctricamente el barrio, posee además cuatro parejas de depósitos de un aceite especial. Ecologistas en Acción cree que se trata de policloruro de bifenol, un compuesto altamente tóxico, cuyo uso fue condenado en Estocolmo en 2004. Este aceite se emplea para refrigerar los conductos metálicos que transportan la electricidad. Su combustión genera masas espesas y muy tóxicas de humos. Cuando los bomberos reducían el primer incendio, una explosión generó otro de mayor intensidad en la subestación eléctrica de La Estrella, que Iberdrola tiene en el número 89 y siguientes de Sáinz de Baranda.

La sala de empalmes de la calle de Menorca esquina a Máiquez y la subestación de La Estrella distan unos 630 metros en línea recta.La naturaleza de los incendios obligó a los bomberos a seguir una táctica compleja. Su propósito consistía en averiguar la dirección de las llamas que consumían los cables subterráneos. Sus conductores van impregnados en un aceite cuya combustión cegaba con masas de humo las galerías por donde las llamas avanzaban, mientras su goteo expandía peligrosamente el fuego a otros cables.

Todo ello acuciaba la actuación de los bomberos dado, además, el elevado calor que los cables ardiendo desprendían -hasta 700 grados centígrados, según el oficial José Luis Sanz-. Este hecho retardó el ataque directo contra las llamas.

Dos operarios de la compañía de gas, entretanto, recorrían con medidores la acera perforada de Sainz de Baranda y la escrutaban en busca de posibles fugas, mientras el fuego ardía bajo sus pies, como mostraban las nubes negras que vomitaban las tapaderas de las conducciones.

El caprichoso vagar de las llamas, que mantuvo el segundo incendio sin control hasta la tarde, amenazaba con alcanzar otras galerías contiguas por donde discurren conducciones de gas natural, teléfono, fibra óptica y otras. Los bomberos barajaban la posibilidad de que las llamas alcanzaran una gran galería de conducciones que recorre un perímetro de las rondas, a la altura de Doctor Esquerdo, y cuya intersección con la galería afectada por el fuego se hallaba a poco más de un centenar de metros.

Los bomberos optaron, pues, por abrir grandes boquetes en la acera de los portales pares de Sainz de Baranda. Primero lo hicieron mazo en mano, luego con taladradoras y, a medida que apremiaba el tiempo, con una retroexcavadora que percutía ruidosamente. El foco fue localizado a la altura del 76 de Sainz de Baranda. Entonces, inyectaron espuma a presión por los boquetes y fueron taponando la galería cercando las llamas. Un cortejo de bomberos, en fila india, descendió por los boquetes a unos dos metros por la galería incendiada y atacaron eficazmente el fuego. Eran las 15.30.

En medio del trasiego, algunos vecinos comentaban que lo sucedido tenía que ver con las obras de soterramiento de la subestación de La Estrella en un enorme cofre de hormigón armado, casi terminado, que se encastra sobre el talud que conecta Sainz de Baranda con Marqués de Lozoya. "Sobre el solar se proponen construir un edificio con viviendas y en el traslado se les ha ido la mano", comenta una señora. Pintada sobre el muro de la subestación se lee: "Gran negocio inmobiliario".

Un vecino de edad se tapa la boca con un pañuelo y tose, con la llegada de consecutivas vaharadas de humo negro. Ecologistas en Acción, a través de su portavoz Juan García, recuerda la semejanza de los humos de ayer y las emisiones de humos tóxicos registradas en 2004 al incendiarse otra subestación en el paseo del Prado. "El Convenio de Estocolmo de 2004, firmado por más de un centenar de países, se pronunció por la supresión en las estaciones eléctricas de los aceites de policloruro de bifenol", cuenta el portavoz, que recuerda los protocolos de la UE para erradicar tales aceites en 2010.

Dos horas después de concluir la extinción, a las 21.21, María, vecina y comerciante de Antonio Arias, paralela a Doctor Esquerdo, señala: "Llevamos todo el día sin luz los vecinos de los portales 6, 8, 10 y 12, y los del 7 en los impares. No he podido abrir mi tienda". Emergencias Madrid confirmó anoche el regreso a sus domicilios de seis mayores que había acogido.

Los bomberos abrieron boquetes en el suelo para refrescar la galería incendiada y segmentar el fuego subterráneo en la callle del Alcalde Sáinz de Baranda.
Los bomberos abrieron boquetes en el suelo para refrescar la galería incendiada y segmentar el fuego subterráneo en la callle del Alcalde Sáinz de Baranda.BERNARDO PÉREZ
Madrid ha amanecido con explosiones en las calles de Sainz de Baranda y Menorca, que han provocado unos incendios muy aparatosos.Vídeo: VNEWS

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