El nuevo Puerta de Hierro traspasa 100.000 pacientes a la privada
El hospital, que hoy inauguran los Reyes, atenderá a menos personas que el viejo
El nuevo hospital Puerta de Hierro, en Majadahonda, ya está listo. Hoy lo inauguran los Reyes y el martes que viene abren las consultas externas. Unos 550.000 habitantes de la zona noroeste de la Comunidad empezarán a beneficiarse de un centro nuevecito, moderno, de 613 camas, 22 quirófanos y con servicios con los que el antiguo Puerta de Hierro, en Moncloa-Aravaca, no contaba, como obstetricia y pediatría. Pero no todos los que hasta ahora se visitaban en el antiguo pasan al nuevo. Los pacientes del distrito de Moncloa (unos 115.000) tendrán ahora como hospital de referencia la Fundación Jiménez Díaz, un centro privado en manos de la multinacional estadounidense Capio al que la Comunidad paga una cantidad anual por atender a la población que tiene asignada.
La Jiménez Díaz se queda con los pacientes de Moncloa
La decisión de traspasar a los pacientes de esta zona se ha tomado, explica una portavoz de la Consejería de Sanidad, "por criterios de proximidad". El nuevo Puerta de Hierro dista 16 kilómetros del antiguo. La misma fuente puntualizó que los pacientes tienen la posibilidad de elegir seguir acudiendo a su hospital de siempre. Hasta ahora, el Puerta de Hierro tenía una población asignada de 650.000 personas. El nuevo centro tendrá 550.000, que atenderán a municipios del noroeste como Pozuelo, Boadilla, Majadahonda, Las Rozas y de la sierra de Guadarrama. Sanidad cuenta con que la zona aumentará su población, que ya crece, asegura, por encima de la media de la Comunidad.
La Consejería de Sanidad tiene un concierto económico con la Fundación Jiménez Díaz, a la que paga una cantidad en función de la actividad que desempeña, es decir, del número de consultas, intervenciones y pruebas que realiza. Esos ingresos proceden de los presupuestos públicos, que este año destinan 195,8 millones de euros a pagar sus servicios. En sólo dos años la cantidad ha aumentado un 40%: en 2006 el concierto reportó a Capio 140,2 millones de euros.
Ese concierto está, aseguran en Sanidad, "ligado a indicadores de calidad". No precisaron ayer, a preguntas de EL PAÍS, cómo va a absorber este hospital el significativo aumento de población que va a recibir en las próximas semanas y si le exigirá mejoras, como, por ejemplo, que contrate más personal para atender a los nuevos pacientes. "La consejería exige a la Fundación que cumpla con los resultados que vienen reflejados en su contrato de gestión en lo que se refiere a la atención de sus pacientes", se limitaron a contestar. No pudieron precisar la población que tiene asignada actualmente la Fundación Jiménez Díaz.
El traspaso de pacientes del Puerta de Hierro a Capio formaba parte del pacto secreto que firmaron la Consejería de Sanidad y la multinacional en diciembre de 2006. El documento ya recogía que el distrito de Moncloa, junto con los barrios de Cortes, Justicia, Universidad, Palacio, Embajadores, Andrés Mellado, Imperial, Acacias y Palos de Moguer, pasarían a la Fundación Jiménez Díaz. Calculaba que serían, en total, 402.000 tarjetas sanitarias. El acuerdo decía también que el trasvase de pacientes se haría de forma progresiva, "teniendo en cuenta la complejidad del proceso de reasignación de la población y el impacto que la misma tendrá sobre los dispositivos sanitarios".
El nuevo Puerta de Hierro es el octavo de los hospitales que ha inaugurado la Comunidad en el último año. Como ha hecho con otros seis, el personal médico y de enfermería pertenece a la Consejería de Sanidad, mientras todos los servicios no sanitarios son gestionados por empresas privadas. El hospital de Valdemoro es enteramente privado. La diferencia con los otros es que el Puerta de Hierro es el primero de los antiguos hospitales -en realidad se trata de un traslado- que externaliza todo lo que no tiene que ver con la atención médica al paciente. La inversión ha ascendido a 182 millones de euros.
Los sindicatos CC OO y UGT critican que buena parte del personal no sepa todavía si va a poder incorporarse al nuevo hospital ni cómo. En la sección sindical de UGT calculan que un 80% de los trabajadores eventuales no sanitarios no saben si la concesionaria les renovará. Este sindicato no firmó el acuerdo de traslado del personal con la consejería porque externalizaba todos los servicios. "En realidad no es un traslado, sino una privatización. No se llevan al mismo personal; hay trabajadores que se quedan por el camino", aseguran. Una resolución obliga a la concesionaria a contratar al personal no sanitario eventual que lleve más de dos años ininterrumpidos en el hospital.
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