Incertidumbre sobre las negociaciones nucleares
La eventual desaparición de Kim Jong-il desata el miedo a la desestabilización del país y al bloqueo de las negociaciones para la desnuclearización de Corea del Norte. Después de cinco años de esfuerzos para poner fin al arsenal atómico del único régimen de carácter estalinista que persiste, los analistas de los restantes países participantes en las llamadas conversaciones a seis bandas -Estados Unidos, Rusia, China, Japón y Corea del Sur- temen que una larga enfermedad o la muerte del llamado "querido líder" desate una lucha por el poder dentro del régimen. Esto puede llevarlo a encerrarse en sí mismo y a bloquear sus compromisos internacionales.
Pyongyang debía de haber respondido al protocolo de verificación de su programa nuclear, pero no lo ha hecho supuestamente porque EE UU tampoco cumplió con sacar a Corea del Norte de la lista de países terroristas el pasado 11 de agosto. Según la Brookings Institution, Pyongyang, que realizó su primera prueba nuclear en 2006, "no tiene prisa" y espera a la nueva Administración estadounidense para decidir si abandona sus ambiciones atómicas. La posible muerte de Kim añade una mayor incertidumbre.
