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Touriño convocará a Quintana para "restablecer la lealtad" en el Gobierno

El presidente acusa al BNG de oponerse al Plan Acuícola por criterios electorales

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, emplazó ayer al BNG a abandonar los gestos electorales y volver a la senda de la lealtad dentro del Gobierno. En un insólito reconocimiento de las discrepancias que existen entre los socios de la Xunta, Touriño acusó a los nacionalistas de no haberse "atrevido" a apoyar el Plan de Acuicultura elaborado por la Consellería de Pesca, bajo responsabilidad del PSdeG, por "razones de oportunidad política".

El último debate de la autonomía de la legislatura tendrá lugar el 7 de octubre

"Es muy importante modificar ese comportamiento", subrayó el presidente en declaraciones a la Cadena SER, "y asumir la responsabilidad de gobierno desde la lealtad". Las actitudes que pretenden "marcar las diferencias" deben quedar para "el momento electoral". "Ahora lo que corresponde es trabajar, bajarse de los buses partidarios" y contribuir "conjuntamente a la acción del Gobierno".

Para reconducir la situación, anunció que, la próxima semana, se reunirá "con calma con el vicepresidente de la Xunta, el señor Quintana". "Hablaremos a fondo y volveremos a recuperar la situación en la que hemos trabajado estupendamente durante estos tres años".

La oposición del Bloque al Plan Acuícola, aprobado en el Consello del jueves, le parece injustificada. "Sinceramente", precisó Touriño, "creo que ha entrado cierto nerviosismo electoral que ha hecho tomar actitudes propias de campaña". No obstante, insistió, "estoy seguro de que encontraremos los elementos suficientes de puesta en común" para hacer que la Xunta "restablezca su senda de gobernabilidad y "la lealtad imprescindible" para mantener el pacto de Gobierno.

Touriño situó esta llamada de atención a sus socios de Gobierno en el contexto del llamamiento a la responsabilidad de los partidos que hizo el jueves cuando confirmó que no convocará elecciones hasta la primavera.

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Apenas 24 horas después de que el presidente despejase la incertidumbre electoral en contra de la opinión unánime de sus colaboradores y de la dirección del partido, en las filas socialistas se mezclaba ayer la resignación con la disposición a cerrar filas para conseguir el mejor resultado en las elecciones de marzo. La práctica totalidad de los dirigentes consultados por este diario tratan de subrayar lo positivo del gesto presidencial, especialmente porque refuerza la imagen de Emilio Pérez Touriño, pero también admiten que la renta derivada de esa decisión no durará mucho. Las dificultades derivadas de la crisis económica y de la débil cohesión de la acción de Gobierno volverán pronto al primer plano.

Con la decisión de no adelantar las elecciones, apunta un alto cargo del partido, Touriño elige una larga campaña de siete meses de duración plagada de dificultades y asume más riesgos que si hubiera decidido convocar a las urnas el próximo mes de octubre.

Despejada la incertidumbre electoral, el Parlamento comenzó a poner fecha a sus sesiones de trabajo. El debate sobre el estado de la autonomía se celebrará los días 7 y 8 de octubre. En septiembre serán dos las citas importantes: la comparecencia del fiscal del Tribunal Superior de Xustiza y la elaboración y votación de la propuesta que Galicia debe hacer para designar a dos magistrados del Tribunal Constitucional.

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