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EE UU traspasa el control de Al Anbar a las fuerzas de Irak

Bagdad recupera el lunes la provincia suní, antiguo bastión de la insurgencia

La provincia iraquí que fuera bastión de la insurgencia y de Al Qaeda será entregada el lunes por el mando militar estadounidense a las fuerzas de seguridad de Irak. Al Anbar, desde cuyas principales ciudades -Ramadi y Faluya, al oeste de Bagdad- se lanzaron algunos de los ataques más graves contra las tropas de EE UU y donde las represalias norteamericanas fueron más cruentas, goza de relativa calma desde que el año pasado los líderes tribales se rebelaran contra Al Qaeda.

Es la primera provincia suní de la que se harán cargo los cuerpos de seguridad del Gobierno del chií Nuri al Maliki.

Nuri al Maliki quiere que las tropas estadounidenses se retiren en 2011

"Los soldados de Estados Unidos permanecerán en sus bases y no patrullarán por las ciudades, salvo que sea necesario", declaró ayer a la agencia Reuters el principal asesor del consejero de Seguridad Nacional, Muafaq al Rubaie. El Ejecutivo de Al Maliki controla ya 10 de las 18 provincias de Irak. El general David Petraeus, comandante de las tropas estadounidenses en Irak, afirmó recientemente que planea hacer lo mismo con al menos otras dos provincias -Wasit y Babel, al sur de Bagdad- antes de final de año.

En realidad, el traspaso de poderes es casi simbólico, porque tras la revuelta de los jefes tribales suníes contra Al Qaeda, alentada por Petraeus, que les facilitó armas y financiación, las patrullas organizadas en las ciudades de Al Anbar estaban ejerciendo el control de la seguridad.

La entrega de Al Anbar es un paso más en la reducción paulatina de la presencia militar estadounidense en suelo iraquí. El primer ministro Al Maliki pretende obtener garantías de Washington para que esa disminución del despliegue del Ejército de EE UU -que cuenta con casi 150.000 uniformados en Irak- continúe y para que a finales de 2011 las tropas estadounidenses abandonen el país árabe. La Casa Blanca es reacia a fijar un calendario final. En el acuerdo de principio anunciado esta semana por Al Maliki, las tropas de EE UU dejarían de patrullar en las ciudades en junio de 2009, el Pentágono retiraría las de combate a finales de 2010 y el resto en 2011.

Este acuerdo entre el Ejecutivo iraquí y Estados Unidos es necesario para otorgar legalidad a la presencia de los soldados estadounidenses una vez que expire el mandato de la ONU a finales de este año. Precisamente ayer, Al Maliki reemplazó al jefe del equipo negociador iraquí.

El grado de violencia en Irak ha caído sustancialmente en el último año y medio, aunque los ataques y atentados siguen jalonando la vida diaria de los iraquíes. Si la insurgencia se cebó con Al Anbar en años pasados, ahora son otras provincias las que sufren el acoso de Al Qaeda o de rebeldes. Ayer murieron en diversos ataques dos soldados estadounidenses en Bagdad; un coronel del Ejército iraquí y su esposa también en la capital; dos civiles alcanzados por bombas colocadas al borde de carreteras en Baquba y Kirkuk; y un policía tiroteado en Mosul, al norte del país.

Contribuirá a la reducción de las hostilidades el anuncio formulado ayer por el clérigo chií Múqtada al Sáder, que ordenó a sus fieles de la milicia del Ejército del Mahdi la suspensión indefinida de todas las actividades militares contra las tropas estadounidenses. Desde agosto de 2007, Al Sáder había decretado dos treguas, pero fueron limitadas al plazo de seis meses.

Dos niños miran a un soldado iraquí en Yusufiya (sur de Bagdad).
Dos niños miran a un soldado iraquí en Yusufiya (sur de Bagdad).REUTERS

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