Parálisis total
La deuda pública más alta de Europa, el crecimiento paralizado en los últimos 15 años, la caída de la producción industrial y el parón absoluto del consumo hacen de Italia un país particularmente vulnerable a la crisis mundial. Además, los analistas observan preocupados la falta de un paracaídas social para defender a los que caen en la pobreza extrema.
Los últimos datos oficiales, publicados a principio del mes por el Instituto Italiano de Estadistica (ISTAT), señalan que el producto interior bruto (PIB) retrocedió en el segundo trimestre un 0,3% con respecto al anterior. Si se compara con el PIB del mismo periodo en 2007, resulta que la economía está paralizada. Es el dato peor de los últimos cinco años, desde 2003, cuando el crecimiento fue de -0,1%. Con este retroceso, Italia abre la puerta a la cuarta recesión en la última década.
Según el analista Tito Boeri, fundador del portal de opinión económica lavoce.info, "Italia es mucho más vulnerable de los otros países del Viejo Continente porque llega desde 15 años de estancamiento en los que los réditos de las familias se han quedado bloqueados". Los salarios reales de los italianos, según señala Boeri, son inferiores en un 30-40% a los pagados en Francia o Alemania, y lo peor es que "seguimos sin un paracaídas, una red de protección social de base que defienda a los que pierden el trabajo y caen en condiciones de pobreza extrema". Menos de un parado de cada cinco goza de subsidios de desempleo y no hay una renta mínima garantizada.
El Gobierno conservador ha centrado su intervención económica en el recorte del gasto público y no reducirá los impuestos, en contra de lo anunciado en la campaña electoral. La presión fiscal aumentará poniendo en riesgo el consumo. J
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