Los arroceros de Sueca ahorran 100 hectómetros con el bombeo de agua

La Comunidad de Regantes de Sueca acabará la campaña de inundación de los arrozales a finales de agosto habiendo conseguido un ahorro aproximado de 100 hectómetros cúbicos de agua sobre la concesión anual de 175 a los que tienen derecho. Para ello habrán gastado unos 420.000 euros en la energía (300.000 en gasóleo y 120.000 en electricidad) necesaria para los 15 bombeos que hace escasos años pusieron en marcha con la finalidad de reutilizar el líquido elemento, en la medida de lo posible y siempre que situaciones estacionales de sequía así lo aconsejen.

Hay tramos de acequias y canales del término municipal en los que el agua circula contra corriente. Como suena. Las dos grandes sequías que afectaron al río Júcar en las dos últimas décadas del siglo XX activaron la imaginación de los regantes. Antes de dejar sin cultivar parte de los arrozales del sur de L'Albufera probaron habilitar un sistema de esclusas y bombeos con la finalidad de reutilizar el agua antes de que ésta llegara a su destino final: L'Albufera y la Gola del Rei (el Mareny de Barraquetes).

Despejada la peligrosa incógnita que significaba un posible exceso de salinidad que hiciera inviable su reutilización para la agricultura, se pusieron manos a la obra. Una aportación de dos millones de euros por parte del Ministerio de Medio Ambiente, más 500.000 procedentes de los bolsillos de los propios agricultores, han sido necesarios para construir el circuito cerrado mediante el cual, entre abril y agosto de este año, 7,4 metros cúbicos por segundo han hecho el papel de los 17 necesarios. Sin apenas grandes obras, el agua de parte del sistema de escorrentías de drenaje vuelve a las acequias para dar servicio a los arrozales. El sindicato de riegos de la capital de La Ribera Baixa dispone ahora de 15 estaciones de bombeo (14 fijas y una móvil).

José-Pascual Fortea, presidente de la Comunidad de Regantes de Sueca, explica: "En condiciones de sequía, salvamos la cosecha porque nos cuesta medio millón de euros entre gasóleo, electricidad, personal y reparaciones". Y añade: "En condiciones normales no podemos renunciar, ni renunciaremos, a la concesión histórica de 175 hectómetros cúbicos que nos corresponden".

Tras reconocer que la calidad del agua del río Júcar a su entrada a los riegos de Sueca "ha mejorado desde la puesta en marcha de la depuradora de Alzira-Carcaixent", Fortea puntualiza: "Si la modernización, por transformación en goteo, de los regadíos de La Ribera Alta condicionará un menor o nulo aporte de agua de retornos para L'Albufera, no es así en el caso de nuestro ahorro en años de sequía por cuanto el lago es el destino final de la mayoría del agua que utilizamos".