Chapuzón verdiazul
Surf y chiringuitos con palmeras. Castros y miradores. Paella y sidra. Cinco playas muy especiales en el oriente de Asturias
Espacialidad, erosiones cársticas, colchones de grano fino, brisa húmeda, animación deportiva (con suerte, chiringuitera). Alicientes imprescindibles para justificar el desplazamiento a las playas verdiazules de la costa oriental del Principado. Donde la mirada se pierde sin encontrar elementos disonantes que arruinen el ingente patrimonio paisajístico que insinúan los Picos de Europa. Si el Este se extiende geográficamente desde el concejo de Villaviciosa hasta el de Ribadedeva, la Mancomunidad de Concejos del Oriente de Asturias lo hace a partir de Caravia. El último domingo de agosto, la conjunción del sol y la luna darán lugar a las mareas de San Agustín, las de mayor coeficiente del año.
01 Casi Caribe
España, Villaviciosa
No es que sea una playa patriótica; es que, muy al contrario, su nombre deriva del asturiano españar, rumor que producen los guijarros a merced del oleaje. El entorno, una gran abertura hendida en el acantilado por el río España, es espectacularmente natural debido a la tardanza en tender la autovía. Nadie mejor que los surfistas valora el romper de la ola en la orilla. Y lo hace con fuerza considerable.
El chiringuito Ipanema pone, con su colorido, la nota insospechada. Aunque, para sorpresas, nada como el solario aterrazado en la ladera este, decorado con sombrillas, hamacas y palmeras. Una secuencia de ocio para sibaritas podría ser: baño en el mar + ducha en el Natural Solarium filotropical coincidiendo con la sesión de música ambiente-relax + cóctel Cosmopolitan servido en vaso de sidra, que para eso estamos en la Comarca de la Sidra y el dueño se llama -casualidades- Fernando Alonso. Fiestas los jueves, viernes y sábados.
Con marea alta, el océano cubre la playa.
Salida Quintes y Quintueles de la autovía del Cantábrico. Seguir luego hacia Quintes.
Tras Rodiles, España, según los surfistas, cuenta con las mejores olas del oriente.
Terrazas Ipanema (666 30 80 51; www.terrazasipanema.com). Precio medio por persona, entre 20 y 25 euros.
02 Apta para todos
Arenal de Morís, Caravia
Ni es pasto de agresivas construcciones, ni la bañan aguas residuales, ni sufre los abigarramientos de otras playas, quizá por encontrarse en uno de los últimos concejos costeros en abrirse al gran público. Bien es cierto que cada vez se reconocen más los encantos de estos 770 metros de arena dorada, perfectos para alimentar el mito de la infancia feliz. Los surfistas ocupan el sector oriental, con Tazones a lo lejos, mientras que las familias prefieren la banda contraria, recogida y cercana al Gaviotas Lounge Bar, al gusto chill out. Hoy celebra el carnaval de verano y el día 28 actúa el monologuista Don Mauro.
En pleamar, Morís se parte en dos mitades, aunque sigue conservando arena.
Desvío a la altura de la iglesia de Prado (Caravia Alta).
Está incluido en la biblia de la meteorología surfista: www.windguru.com.
Menú de 12 euros en el Gaviotas Lounge Bar y en el restaurante Caravia (985 85 30 14).
03 Pasado ballenero
Toranda, Niembru (Llanes)
Si Torimbia es joven, afamada y nudista, Toranda, su hermana olvidada, dispone de fácil acceso y servicios a tono. Su disposición abierta con 300 metros de arena color blanquecino tiene como correctivo un trío de castros (islotes) moldeados por la energía cinética de las olas, que se ven amortiguadas por aquéllos para solaz de padres.
Con un alto grado de ocupación y no menos alto valor ecológico, la playa de Niembru fue factoría de despiece ballenero, y no es raro que aparezcan osamentas después de las marejadas. Una costilla decora el chiringuito.
El perfil de Toranda lo pintan verdes de jugoso praderío que se fotografían a placer desde el aparcamiento de Torimbia.
Salvo en las grandes mareas del año, siempre se puede clavar la sombrilla.
En verano se establece un acceso circular que atraviesa Niembru. Al salir hacia Torimbia está el desvío.
Buceo, pesca deportiva.
En el chiringuito preparan paellas de marisco (reservarlas personalmente), 16 euros para dos personas. Restaurante San Pelayo (985 40 73 76). Niembru. Menú degustación asturiano, 30 euros.
04 El magnetismo de lo insólito
La Ballota, Llanes
No saben lo que se pierden quienes no peregrinan al mirador de La Boriza. Que anuncia con su espléndida panorámica la belleza de la Ballota, una de esas playas que, bajo la disolución cárstica, parece imitar al arte. Verla es enamorarse de ella. Por su castro, se diría que puesto con Photoshop; por su promontorio, El Castillo, con bufón incluido. La playa más pintoresca de Llanes ofrece además una pared rocosa a la manera de un biombo, El Cuchillón, que aprovechan bañistas a puro cuerpo en la zona más segura de la cala.
La Ballota se singulariza del resto de playas del concejo por la relativa profusión de arbolado. El viento, eso sí, entra sin cortapisas. Una idea: contemplarla desde La Boriza, de noche y en bajamar, cuando la luna arranca reflejos lechosos a la arena.
El Cantábrico sólo deja en pleamar una incómoda orla de cantos rodados.
Salida de Llanes hacia Cué y el campo de golf.
La Escuela Asturiana de Surf (www.escuelaasturianadesurf.com) organiza cursos infantiles.
En el chiringuito, paellas de marisco (bogavante, nécoras...), 44 euros para dos personas.
05 Sin peaje
La Franca, Ribadedeva
La equidistancia de Llanes y San Vicente de la Barquera (Cantabria) contribuyó a que esta playa fuera franca de alcabala (libre de impuestos) para todo tipo de mercancías.
Los aportes del río Cabras formaron este precioso playazo, familiar debido al efecto pantalla de El Castrón, que ejerce de escollera natural. La Franca está abierta al Cantábrico, pero su oleaje es noble (consultar a los socorristas). ¿Lo mejor?, caminar en bajamar por la arena blanca envueltos en la fragancia atlántica por la base de acantilados de notable riqueza geológica hasta el antiguo vivero de langostas y la playa de Mendía.
Queda arena en pleamar; lo mejor es evitarla.
Desvío en punto kilométrico 286 de la CN-634.
Pesca (sargos y lubinas).
Restaurante del hotel Mirador de La Franca (985 41 21 45). Menú de tres platos, 23,54.
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