Libia impide atracar a un pesquero español con 49 náufragos africanos
El barco recogió a los 'sin papeles' de una balsa a 90 millas de Malta
Un pesquero alicantino, el Clot de l'Illot, con base en Santa Pola, permanece desde ayer por la mañana fondeado a una milla del puerto de Trípoli (Libia) con 49 inmigrantes somalíes a bordo tras rescatarles del mar cuando su bote neumático estaba a punto de hundirse a unas 90 millas de la costa de Malta. A la espera de que las autoridades libias autoricen el desembarco, el pesquero permanece en una situación difícil, sin apenas víveres y con los inmigrantes en estado de tensión y nerviosismo. Otros diez sin papeles, entre ellos una mujer embarazada y varios niños, fallecieron y sus cuerpos fueron abandonados al mar antes del rescate.
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Sobre las diez de la mañana del miércoles, los tripulantes del Clot de l'Illot divisaron la patera amarrada a uno de los bidones o boyas a las que se enganchan las artes de pesca. "Era un bote neumático tipo Zodiac y estaba casi deshinchado" relató a este periódico el armador del pesquero, José Ruso.
"Desde el barco les facilitaron agua y pan y se pusieron en contacto con las autoridades costeras italianas de la isla de Lampedusa, por ser la más próxima al lugar. En esos momentos, el navío se encontraba a unas 90 millas de Malta y a 100 de Trípoli, en medio del canal que hay entre la costa libia y la isla".
Según Ruso, "las autoridades italianas contestaron a las dos o tres horas. Dijeron que no era asunto suyo porque estaban en aguas internacionales y que hiciesen lo que creyesen más conveniente. ¿Qué iban a hacer? Les recogieron. En el bote había dos mujeres y seis o siete críos. Estaban todos en mal estado y dijeron que otros diez habían muerto por el camino".
Siguiendo instrucciones de Salvamento Marítimo, el patrón del pesquero, Héctor Ruso, hijo del armador, puso rumbo a Trípoli, en la costa de Libia. Sobre las diez de la noche del miércoles, un helicóptero enviado por Malta a instancias de Salvamento Marítimo recogió del pesquero a dos de los inmigrantes, dos hombres que "se encontraban muy mal", y les evacuaron para ser atendidos por personal sanitario.
El Clot de l'Illot llegó a Trípoli sobre el mediodía de ayer y por la tarde estaba fondeado a una milla del puerto en espera de la autorización para desembarcar. "La gente está nerviosa, porque no quieren parar en ese puerto. Están muy preocupados y no sabemos qué puede pasar si la situación se prolonga" agregó el armador.
"Hay que tener en cuenta", prosiguió, "que la tripulación la forman 11 personas y los inmigrantes son 49. Están muy inquietos porque si desembarcan, saben lo que les espera. Nos hemos puesto en contacto con la embajada y con Salvamento Marítimo y nos han dicho que van a enviar una patrullera con escolta, pero ellos están muy asustados. No quieren ir a Libia", agregó Ruso.
La situación se torna más dramática, ya que empiezan a escasear el agua y los víveres. "El barco lleva un mes y pico fuera de casa, y contaba con provisiones pero ahora son 60 personas comiendo y bebiendo, y se están quedando sin pan y sin agua".
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