Barbate repudia a Franco
El Ayuntamiento promueve el cambio de los nombres franquistas de las calles
Hace diez años que Barbate (Cádiz, 22.582 habitantes) dejó de ser de Franco. Ahora dejará de serlo también del Generalísimo o de José Antonio, títulos que aún llevan algunas de sus avenidas principales. Un decreto de la Junta de Andalucía acabó en 1998 con la coletilla "de Franco" que había llevado la localidad desde que, tras la Guerra Civil, se hiciera municipio independiente de la vecina Vejer. La ley de la memoria histórica borrará, una década más tarde, los vestigios que aún quedan de aquella época.
En total, 51 calles van a sufrir cambios en su nomenclatura. El listado se aprobó en pleno hace dos meses, con la unanimidad de todos los grupos municipales. Era el trabajo fácil. La decisión más difícil, la responsabilidad de elegir los nuevos títulos de este medio centenar de vías, la tiene una comisión formada por representantes municipales y colectivos sociales. "Tenemos ahora un gran problema, tenemos que buscar nuevos nombres que sean asépticos, para no caer en un nuevo error", explica el alcalde, el socialista Rafael Quirós.
"Tenemos que buscar nuevos nombres que sean asépticos"
La comisión deberá tomar una decisión en estos días, porque en septiembre comenzarán a retirarse de las calles las placas con los nombres del General Yagüe o de Rodríguez de Valcárcel. "Lo que más nos urgen son las dos avenidas de Barbate, porque una se llama del Generalísimo y la otra José Antonio", apunta el alcalde. Para la principal vía de Barbate, la del Generalísimo, ya se ha acordado el nombre de avenida del Mar o de los Marineros, en honor a la actividad a la que está ligada la tradición y la economía de esta población. Para el resto, el debate está abierto. Sobre todo, Rafael Quirós no quiere nombres llamativos ni que creen polémica, para que una nueva vuelca de tuerca en la historia de la localidad no obligue en el futuro a modificar otra vez todo el callejero.
El Ayuntamiento ha recibido una subvención de 10.000 euros de la Diputación para esta operación. Y es que algunos elementos que deben retirarse de las calles barbateñas no son simples placas fáciles de reemplazar. El escudo del Consistorio, o la vidriera que preside el patio del Ayuntamiento deben ser eliminados. El lema Franco Fundador que aparecía en la cristalera ha sido ya retirado y su lugar lo ocupa ahora el actual escudo municipal. También deberá desaparecer el escudo de la mesa del salón de plenos, desde la que el alcalde preside las sesiones.
El proyecto para acabar con las reminiscencias franquistas en la localidad no es nuevo. En el año 2005, el gobierno local, formado por PP y PA, ya aprobó el cambio de las calles, aunque poco se ha avanzado desde entonces.
Pero la iniciativa actual, enmarcada en un plan de recuperación de la memoria histórica, no tendrá marcha atrás. Los visitantes que lleguen dentro de un mes a Barbate ya no tendrán que buscar la oficina de Información Turística en la avenida de José Antonio. Para entonces, las únicas alusiones a la dictadura quedarán en la red: en Internet, Barbate todavía es de Franco en sitios tan populares como Google Maps o en algunos buscadores de hoteles.
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