Medallas olímpicas
No deberíamos enfocar únicamente al que consigue una medalla porque así un cuarto o un quinto puesto parece un fracaso, cuando obtener un diploma olímpico está al alcance de muy pocos elegidos.
Por otro lado, no les quepa duda de que el dinero destinado a los deportistas está en íntima relación con el éxito en forma de preseas (vean si no lo que se invirtió para Barcelona 92).
Lo que no es de recibo es ignorar a los profesionales durante cuatro años y luego exigirles todo en 14 días, sobre todo en los deportes que en España hemos decidido olvidar y que son todo menos fútbol, balonmano y tenis -junto a los mal llamados deportes de motor, qué ironía-.
Ahí tienen ustedes a los países que realmente hacen apuesta deportiva desde la escuela, invierten en instalaciones, miman a sus deportistas: Alemania, Rusia, Italia, etcétera. ¡Qué envidia!
¿Ustedes han visto algún mundial de Raña o Noya? ¿O de Deferr? ¿O de los yudocas? ¿Saben cómo y dónde nadan los nuestros? Y así tantos con los que nos queremos hacer la foto cuando consiguen una medalla.
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