Los médicos vieron las dos costillas rotas de Neira cuatro días después

Cuatro días tardaron los médicos en apreciar que Jesús Neira, el profesor universitario de 55 años que fue agredido por salir en defensa de una mujer en Majadahonda, sufría la rotura de dos costillas en el costado izquierdo. Y eso que le realizaron varias pruebas (incluidas dos radiografías de tórax) en dos hospitales y en un centro de salud. Ninguno de los cuatro facultativos que le atendieron se percató de esa lesión. Los médicos se limitaron a prescribirle calor y antiinflamatorios cada ocho horas, según consta en los partes firmados, a los que tuvo acceso EL PAÍS.

Neira explicó a los médicos que le atendieron que tenía una válvula mitral metálica en el corazón desde hacía 30 años. Por problemas cardiacos estaba obligado a tomar sintrom (un anticoagulante de la sangre), dilutol (otro anticoagulante más potente) y antihipertensivos.

Fuentes médicas aseguraron que con estos antecedentes, y si el paciente había recibido golpes en la cabeza, los facultativos deberían haberle hecho un escáner para comprobar posibles lesiones.Éste es el periplo por hospitales que tuvo que hacer Jesús Neira y su familia antes de que se le detectara el derrame cerebral que le mantiene en coma desde hace 10 días.

- 2 de agosto. Ambulatorio y hospital Puerta de Hierro. Neira acude al centro de salud de Majadahonda tras ser golpeado por Antonio Puertas. Éste le había pegado cuando el profesor le recriminó que hubiera agredido a su novia en el hotel Majadahonda. Según consta en el parte médico, entra a las 15.22. El paciente explica al médico que acaba de ser golpeado por otra persona en la calle. Sufre en esos momentos dolor de espalda y traumatismo facial, como consecuencia del puñetazo recibido en la cara, la posterior caída y los golpes que recibe en el suelo.

Se le aprecia un hematoma y dolor en la zona dorsal sin daños aparentes. El médico que firma el parte le prescribe que acuda al servicio de urgencias del hospital Puerta de Hierro para una valoración más detallada de las lesiones. Neira va por sus propios medios a este centro e ingresa en el hospital Puerta de Hierro a las 15.41, donde explica de nuevo que toma sintrom, dilutol y antihipertensivos. El profesor detalla que ha sido agredido por otro individuo "con las manos en la región facial". Ha caído sobre el lado izquierdo y se ha levantado por su propio pie.

Según consta en el parte, no sufre traumatismo craneoencefálico ni ha perdido el conocimiento. Tampoco ha sufrido náuseas, ni vómitos, ni dolores de cabeza. A ello se une que ha tolerado líquido tras la agresión.

El médico que atiende al profesor le encuentra bien hidratado. Conserva la fuerza y la sensibilidad intactas. Además, mueve el cuello sin dolor de forma espontánea. Cuando el facultativo inicia el examen del tórax, halla un murmullo (posible lesión) en la zona vesicular y una contractura muscular dorsal izquierda. "El resto de la exploración termina sin hallazgos patológicos. En la articulación temporomandibular no veo lesión ósea aguda", asegura el parte.

El parte recoge por último la medicación. Ésta se basa en calor seco para la espalda y frío local para la región facial. Para evitar los problemas lumbares, prescribe ibuprofeno (un antiinflamatorio y calmante) y un protector del estómago (omeprazol). También recomienda un seguimiento por parte del médico de atención primaria. En caso de tener dolores, Neira debía volver a urgencias.

- 4 de agosto. Vuelta al Puerta de Hierro. El profesor continúa con muchos dolores, sobre todo en la espalda. Por eso, decide volver al hospital Puerta de Hierro. Entra a las 11.29. Según el parte médico, no ha remitido el dolor dorsal "tras el diagnóstico de dorsalgia postraumática hace dos días". Se produce en la cara posterior de la quinta a la séptima vértebras lumbares. "Movilidad completa pero dolorosa. Refiere dolor pleurítico", añade el informe médico.

El facultativo recoge en su parte que no ve en la nueva radiografía "lesiones óseas agudas". El tratamiento es de calor seco tres o cuatro veces al día durante tres o cuatro días por un periodo máximo de 30 minutos cada vez. Además del ibuprofeno y del omeprazol, el médico le receta paracetamol (un gramo cada ocho horas) y, si el dolor persiste, puede tomarse un nolotil cada ocho horas.

- 5 de agosto. Hospital de Móstoles. Neira continúa mal. A los dolores de espalda se han sumado las cefaleas. Acude al hospital de Móstoles, donde ha sido atendido de sus dolencias cardiacas. Entra a las 12.59. Y así lo recoge el parte de urgencias: "Paciente de 55 años que acude a urgencias por dolor por hematoma izquierdo que aumenta. Sufre múltiples traumatismos a consecuencia de una agresión y concomitante cefalea". Neira acude con las radiografías que le han hecho en el Puerta de Hierro.

El profesor presenta un hematoma en el cuello y en una mandíbula. Además, afirma que le duele cuando le tocan en los arcos costales inferiores del hemitórax izquierdo. "El resto de la exploración transcurre dentro de condiciones estables", añade el parte. El facultativo le hace como pruebas complementarias radiografías de tórax y pulmones. Ambas permiten apreciar, cuatro días después de haber sido agredido, fracturas en dos costillas (la 10 y la 11).

Pese a sufrir dolores de cabeza intensos, no le hacen ninguna resonancia ni ningún escáner. Se le despacha con una hoja de recomendaciones para el control del dolor por contusiones torácicas, relajantes musculares y analgésicos (nolotil). La novedad de este hospital está en que se le recomienda el "uso de faja de fijación torácica". Sale a la hora y media de entrar en el centro.

- 6 de agosto. En coma y al Puerta de Hierro. La esposa de Neira, Isabel Cepeda, le encuentra en el suelo del salón, justo 18 horas después de haber estado en el último hospital. Llama a los servicios de emergencia. Los facultativos del Summa le encuentran en coma. Lo trasladan con pronóstico muy grave al hospital Puerta de Hierro, donde entra a las 8.30. Le operan. Desde entonces, se debate entre la vida y la muerte.

Los familiares de Neira han pedido responsabilidades por el trato que recibió en los centros sanitarios. La Comunidad ha abierto una investigación para ver si hubo errores en la atención recibida.

Por otra parte, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Francisco Hernando, alabó ayer el comportamiento de Neira, informa Efe. "Es un ejemplo de cómo debe reaccionar la sociedad ante la violencia de género", señaló Hernando.