El 'Prestige' hecho tiras
Carlos Portela publica una novela gráfica en gallego inspirada en la marea negra
En 1978, asegura la historiografía dominante, el estadounidense Will Eisner inauguró el género de la novela gráfica con Contrato con Dios. Treinta años después, la forma aterriza en el cómic gallego de la mano del guionista Carlos Portela y del dibujante Sergi San Julián. A conta atrás se titula el relato ilustrado, con prólogo de Manuel Rivas, de los primeros meses después del accidente de un petrolero en la costa gallega y la consiguiente marea negra. Viñetas dende o Atlántico acoge, esta tarde a las 19.15 en A Coruña, la presentación de la obra, que pone en la calle la editorial Faktoría K.
"Cuando ocurrió lo del Prestige yo trabajaba en la TVG", recuerda Carlos Portela (Vigo, 1967), "y me llamaron para un proyecto de película de cortometrajes de Burla Negra [colectivo de artistas críticos con la gestión del PP]". La historia que Portela discurrió fue creciendo hasta desbordar el formato corto y ahí encontró la semilla A conta atrás. "La película al final tampoco se hizo", apostilla.
"Todos somos responsables de lo que pasó", dice, "y no excluyo a nadie"
El dibujo de trazo limpio del catalán Sergi San Julián (Barcelona, 1973) acompaña al guión de Portela. "Hablé con Sergi, quien había vivido el acontecimiento a través de la televisión y con quien había colaborado con una historieta conjunta en H2Oil [publicación editada por el colectivo de dibujantes Chapapote en los meses de la marea negra]", explica, "y nos pusimos a ello".
El primer volumen de A conta atrás -los autores esperan publicar el segundo a tiempo para llegar al Saló del Cómic de Barcelona, en mayo- comienza con el inicio de una campaña gubernamental sobre el buen estado de las playas. "Es la primera vez que se hace una historia contada hacia atrás en cómic", argumenta Carlos Portela, quien enumera las películas que han empleado esa técnica narrativa: Memento e Irreversible. "Se trata de una estructura pensada para la búsqueda de las causas, y en eso coincide con las películas citadas", afirma.
Esas causas a las que ninguno de los actores de la catástrofe, según el relato de Portela y San Julián, resulta ajeno. La crítica a los medios de comunicación, a la pasividad de los habitantes de una villa trasunto de Muxía o a los políticos concuerdan con la intención del guionista: "Todos somos responsables de lo que pasó. No excluyo a nadie. A veces se pueden tener buenas intenciones, pero el contexto dificulta tomar una decisión. Si vuelve a pasar lo mismo, ¿estamos preparados? Esa es la cuestión central y yo creo que no".
"A conta atrás es una historia de personajes, en la que se habla de lo difícil de mantener la coherencia en la vida", resume, antes de comentar las "dificultades" de elaborar una novela gráfica. "Fue un esfuerzo tremendo, del dibujante, mío y de la editora", y admite haber estado "a punto de tirar la toalla". Para Faktoría K, Portela no guarda más que buenas palabras: "Se enfrentaron por primera vez a un esfuerzo de producción de un cómic, no a una recopilación, y todo fueron facilidades".
Subdirector, precisamente, de Viñetas dende o Atlántico, a Carlos Portela le place su trabajo al frente del salón gallego del cómic. "Me obliga a estar al día de lo que se está haciendo en todo el mundo", apunta, y señala a "Art Spiegelman, por cuestiones de narrativa" entre sus preferidos. Su superior al frente del certamen, el dibujante Miguelanxo Prado, declaraba anteayer: "Viñetas... recibe 70.000 visitantes, y no hay 70.000 consumidores de cómic en toda España. Se trata de la afición a que le cuenten historias y a devorar imágenes", informa Xosé Manuel Pereiro.
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