El Jazzaldia abre una reflexión sobre la viabilidad económica de su modelo
La pasada edición cierra con 150.000 espectadores, 15.000 más que en 2007
La 43ª edición del Festival de Jazz de San Sebastián bajó el telón el pasado domingo tras ofrecer en seis días casi un centenar de conciertos, a los que acudieron 150.000 personas, un 10% más que en 2007. La organización se sumerge ahora en un año de reflexiones en el que analizará "la viabilidad económica" del modelo actual, "un monstruo" de grandes dimensiones en el que se combinan las actuaciones de pago con numerosos conciertos gratuitos al aire libre que requieren "un presupuesto enorme".
El próximo año se repetirá 'Gaubira', la unión de bertsos y jazz y 'Open mike'
Así lo comentó ayer el director del Jazzaldia, Miguel Martín, en una jornada dedicada a hacer balance. Las dimensiones que ha alcanzado esta cita musical, que transciende el puro jazz y se abre a otros estilos, llevó hace unos días a Martín a hablar en una entrevista de la posibilidad de que el jazz quedara en el futuro bajo el paraguas de un festival más amplio y mucho más abierto a otras músicas. Ayer admitió que lanzó "un globo sonda", para añadir a continuación que las respuestas que ha recibido hasta el momento no parecen estar por el cambio. Resumió las reacciones que le han llegado con una frase: "Si no está estropeado, no lo arregles".
En cualquier caso, a la espera de comprobar cómo se diseña la próxima edición, Martín insistió en que hay que estudiar "la viabilidad económica" del modelo actual. Y negó que este Jazzaldia haya sido de transición. "Cada festival empieza y acaba en sí mismo aprendiendo del anterior", afirmó.
De momento, la 43ª edición, en la que ha faltado la emblemática plaza de la Trinidad por las obras del museo San Telmo, se ha despedido con la evaluación artística "más alta". Puestos a destacar algunas actuaciones, el director del Jazzaldia no dudó en poner una nota de "once sobre diez" a los saxofonistas David Murray y Steve Coleman, el cantante y compositor italiano Paolo Conte, la cantante Dianne Reeves, el violinista Jean Luc Ponte y los pianistas Keith Jarrett, Kenny Barron y Ahmad Jamal. Éste último recibió el Premio Donostia del festival.
Y, por supuesto, nombró a Liza Minelli, quien "se ha ganado a un público reticente" demostrando que es "una profesional como la copa de un pino". Eso sí, tras el concierto "fuimos testigos de cómo se derrumbó, de cómo su gesto se transformó en una mueca de dolor porque lo había dado todo".
Tres novedades de este año repetirán en la próxima edición: Gaubira (ronda nocturna plagada de actuaciones), Open mike (micrófono abierto a grupos aficionados) y la fusión de jazz y bertsos. Pero antes, entre el 14 y el 28 de agosto, La 2 de TVE retransmitirá varios conciertos de este año en horario de madrugada.
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