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Cae el 'carnicero de Sarajevo'

Karadzic irá en La Haya a la misma cárcel de la ONU que ocupó Milosevic

El detenido deberá compartir la prisión con internos croatas y musulmanes

Isabel Ferrer

La práctica de separar a los detenidos católicos de la hoy extinta IRA de los reos protestantes en la famosa prisión norirlandesa de Long Kesh, demostró que la segregación era nociva incluso entre rejas. Los internos se radicalizaban y hubo huelgas de hambre llevadas a sus últimas consecuencias. El enfoque adoptado en la prisión utilizada por la ONU en Scheveningen, el distrito costero de la ciudad holandesa de La Haya, es el opuesto. Los acusados de las guerras de los Balcanes tienen su propia celda, pero comparten el mismo entorno penitenciario sin distinción de etnias. Junto a todos ellos, en la misma prisión que encerró hasta su muerte por un infarto al ex presidente serbio Slobodan Milosevic, será internado Radovan Karadzic, el ideólogo serbobosnio de la limpieza étnica recién arrestado en Belgrado.

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Las tensiones son inevitables en una cárcel como Scheveningen, pero hasta la fecha se ha mantenido el equilibrio de la convivencia en circunstancias excepcionales. Para Karadzic, que llevaba una década ocultándose y al final optó por una identidad y un aspecto físico falsos, enfrentarse a cara descubierta a internos croatas, musulmanes o albano- kosovares resultará una experiencia singular. Se prevé que el prófugo sea trasladado a La Haya como máximo en nueve días, cuando se resuelva el recurso de su abogado contra la orden de extradición.

Para Holanda, que perdió la inocencia como país con la salida de sus cascos azules de Srebrenica poco antes del asesinato de 8.000 musulmanes confiados a su protección, ver al ex líder serbobosnio entre rejas "puede ayudar a cicatrizar una de las heridas más profundas de su historia reciente", dice Joris Voorhoeve, que fue ministro holandés de Defensa durante la guerra de Bosnia.

"Creo", añade, "que el juicio contra Karadzic no variará mucho la imagen de lo ocurrido en Srebrenica. Pero sí, el trauma existe y había mucha gente disgustada por el hecho de que no se le detuviera, que se haya hecho supone una gran satisfacción. En primer lugar para las víctimas, a las que se podrá hacer justicia. Luego para la reconciliación de los Balcanes, una esperanza que no debemos perder". Desde que supo la noche del lunes que Karadzic había sido apresado, su júbilo ha sido evidente. "El libro de lo que pasó al este de Bosnia no se cerrará nunca. Fue demasiado horrible, pero los juicios en el Tribunal para Yugoslavia darán una lección sobre lo que ocurre en las guerras civiles y sobre la gente que comete crímenes tremendos", concluye.

El ex ministro, que dejó la política en 1998 y es ahora miembro del Consejo de Estado, asegura que la coherencia del actual Gobierno de centro-izquierda al negarse a negociar con Belgrado mientras no entregara a Karadzic y a Ratko Mladic ha resultado decisiva. "Holanda ha estado aislada con Bélgica como único apoyo, y han demostrado que se puede perseverar por una buena causa". Un panorama distinto al de 2002, cuando el Gabinete cayó "por haber enviado a sus tropas a una misión imposible de la ONU", según sus propias investigaciones.

La que no ha hablado aún es Carla del Ponte, antigua fiscal jefe del TPIY y principal perseguidora de los criminales de los Balcanes.

Refugiados musulmanes bosnios, durante su evacuación por Naciones Unidas de Srebrenica en marzo de 1993.
Refugiados musulmanes bosnios, durante su evacuación por Naciones Unidas de Srebrenica en marzo de 1993.AFP
Vídeo: CNN+

Cargos que afronta

Se enfrenta a 11 acusaciones por crímenes de guerra, exterminio, complicidad con genocidio, persecuciones y toma de rehenes.

- Se le acusa de ser el responsable de la muerte de 12.000 civiles durante el asedio de Sarajevo.

- Organizó el genocidio de Srebrenica, en el que murieron cerca de 8.000 varones musulmanes.

- Ejecutó y persiguió a musulmanes bosnios, intelectuales croatas y otros no serbios.

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