Capturado el 'comando' más activo de ETA
Los nueve arrestados por la Guardia Civil preparaban una nueva ofensiva terrorista
ETA perdió ayer una parte sustancial del comando Vizcaya y a uno de sus dinamizadores, Arkaitz Goikoetxea Basabe, jefe del grupo que ha sostenido la actividad de la organización desde el verano pasado, cuando los terroristas, entre ellos Goikoetxea, volaron el cuartel del instituto armado en Durango.
Era el primer atentado con éxito tras la cadena de fallos de los comandos etarras desde que ETA dio por terminado el alto el fuego permanente, el 6 de junio de 2007.
La Guardia Civil, con los arrestos efectuados ayer en Vizcaya (siete), Pontevedra (uno) y Málaga (una), ha neutralizado el grueso del grupo que mantenía en jaque a todas las policías. Y lo que es más importante, el instituto armado se anticipó a la campaña de atentados de verano que el grupo había puesto en marcha dos días antes con la colocación de cuatro bombas en Cantabria.
Las pistas dejadas tras el atentado en mayo en la casa cuartel de Legutiano, donde murió un guardia civil, y los seguimientos efectuados en los últimas semanas por el Servicio de Información de la Comandancia de Vizcaya en torno al piso ocupado por Goikoetxea han permitido el golpe al grupo más dañino de ETA. Pese a todo, una persona consiguió ayer burlar la operación y aún falta por determinar dónde está el otro liberado del comando, Jurdan Martitegi Lizaso.
El presunto jefe del comando Vizcaya, el liberado (a sueldo) Arkaitz Goikoetxea, de 28 años, al que detuvo ayer la Guardia Civil junto a otros ocho supuestos etarras legales (no fichados), tenía material para activar una nueva campaña de atentados, según fuentes de la investigación. También se le hallaron numerosos libros de temas independentistas.
Los guardias civiles, que actuaron bajo la dirección in situ del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y la fiscal Dolores Delgado, hallaron en el domicilio de Bilbao donde fue detenido Goikoetxea una mochila con cinco mapas de ciudades andaluzas -Cádiz, Sevilla, Huelva, Granada, uno general de la Costa del Sol- y otro de Lisboa -sin anotaciones-, dinero en sobres para ser repartido, y un detonador eléctrico que no estaba aún preparado para estallar. Los investigadores sospechan que parte de este material debía ser entregado a otros terroristas para mantener la actividad fuera del País Vasco.
El grupo desarticulado estaba detrás de los principales atentados de ETA. Sólo quedaría fuera el asesinato del ex edil socialista de Mondragón (Guipúzcoa), Isaías Carrasco, obra de un pistolero liberado de ETA no relacionado con el grupo desarticulado ayer, y el caso de los dos guardias civiles asesinados en Capbreton (Francia), en diciembre pasado.
Junto al "dinamizador", "coordinador" y supuesto jefe del grupo, en palabras del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, la Guardia Civil detuvo ayer en el domicilio donde apresó a Goikoetxea, situado en la bilbaína calle Iturribide, a Maialen Zuazo Aurrekoetxea y Ana Isabel Prieto Furundarena, ambas de 25 años. Las dos mujeres volvieron de Cuba el pasado 16 de julio.
En Elorrio arrestaron a Adur Aristegui Aragón, de 24 años; y a Gaizka Jareño Ugarriza, de 25. Este último tenía en su poder dos pistolas. En el municipio de Getxo, uno de los escenarios preferidos del Vizcaya para sus atentados y los golpes de la kale borroka, los agentes detuvieron a Íñigo Gutiérrez Carrillo, de 25, y Mikel Saratxo Moro, de 23. Tanto Jareño como Gutiérrez están considerados muy peligrosos y han podido participar directamente en alguna de las acciones.
Los dos últimos detenidos son Libe Aguirre Mazaga, de 33 años y natural de Elorrio, arrestada en Fuengirola (Málaga), y Aitor Cotano Sinde, bilbaíno de 24 años, apresado en Nigrán (Pontevedra). Este último es sobrino del cónsul honorario de Dinamarca en Vigo, José Antonio de Román y Luis, según adelantó Efe.
Las edades de los arrestados -la mayoría con menos de 26 años- vendrían a probar una de las sospechas policiales: que ya se ha producido un relevo generacional, tanto en su estructura de comandos, como en el Zuba (comité ejecutivo), descabezado con la detención de Francisco Javier López Peña el 20 de mayo en Burdeos.
"No podemos asegurar que se trate del único comando operativo de ETA, pero sí que era el más activo, el más dinámico y el más buscado", afirmó el ministro Rubalcaba tras el nuevo éxito policial contra ETA, alabado por partidos y por la consejería vasca de Interior, que dirige Javier Balza. "La coordinación de la Ertzaintza con las Fuerzas de Seguridad del Estado es una herramienta fundamental" en la lucha contra ETA, indicó esa consejería en un comunicado.
El Ministerio del Interior relaciona directamente a Goikoetxea con cinco atentados: contra la casas cuartel de Durango, de Legutiano y de Calahorra, contra la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz y la bomba trampa contra la policía vasca en los juzgados de Getxo. Los interrogatorios en curso y otras pruebas evidenciarán su participación en otros atentados atribuidos a este grupo.
Pelo teñido, revólver, pistola y balas
La Operación Mike Papa, bautizada así en honor del guardia civil asesinado por ETA en el cuartel de Legutiano (Álava), Juan Manuel Piñuel, llegó de madrugada al número 68 de la calle Iturribide, en Santutxu, un barrio bilbaíno donde los radicale se han movido a gusto. Si a eso unimos los cambios externos en la apariencia de Arkaitz Goikoetxea -pelo teñido de color rojizo, barba y perilla y una cara menos aniñada que la que tenía el supuesto jefe del comando Vizcaya en la imagen distribuida hace meses por la Ertzaintza- no es extraño que haya podido pasar desapercibido.
La operación se desarrolló bajo la supervisión directa del juez Baltasar Garzón. Antes de que el magistrado, la fiscal Dolores Delgado y el secretario judicial entraran en el inmueble, los agentes abrieron primero el portal con una ganzúa y después volaron la puerta de acceso a la vivienda. Sorprendieron a Goikoetxea acostado en la cama de matrimonio junto a Maialen Zuazo. En otro dormitorio estaba la tercera inquilina, Ana Isabel Prieto Furundarena. Se les intervinieron una pistola y un revólver, fabricados en Francia, con las balas en la recámara, y una bolsa de plástico con munición. Junto a los mapas y el dinero, la Guardia Civil se incautó también de un ordenador y de tres pen drive, cuyo contenido ha sido ya copiado y estaba siendo analizado anoche.
Entre la documentación falsa, tres carnés de la Guardia Civil con las fotografías de Goikoetxea y tres carnés de conducir. También había libros de temas independentistas y puros cubanos.
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