Prohibido extraer moluscos en Els Alfacs y Sant Feliu de Guíxols
Agricultura señala que su ingestión causa diarreas
Las aguas que bañan la bahía de Els Alfacs (Montsià) y la costa de Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà) contienen toxinas que absorben los moluscos de esas zonas. La Generalitat las detectó ayer, tras lo cual prohibió la extracción de mariscos bivalvos en ambos litorales. Los moluscos se alimentan por filtración del agua y en estas zonas absorben partículas nocivas. El Departamento de Agricultura aclaró que su consumo no causa mayores contratiempos que una descomposición intestinal, pero añadió que mantendrá la prohibición hasta que las aguas recuperen la normalidad, lo que puede suceder en unas semanas.
Las causas de la prohibición son dispares: en el caso de Els Alfacs, zona vinculada al comercio de moluscos, las toxinas provienen de la presencia masiva de ciertas algas microscópicas que se adhieren a los tejidos de los invertebrados marinos. Las toxinas diarreicas que éstas generan se concentran en la carne de los moluscos y se liberan en el intestino humano tras su ingesta.
En la zona de Els Alfacs se producen dos millones de kilos de mejillones al año
Los cerca de 90 viveros de mejillones y ostras situados en Els Alfacs confian en que la prohibición se levante en pocos días, sin causar pérdidas en la comercialización de moluscos. Las mejilloneras de la zona producen anualmente cerca de 2,5 millones de kilos de moluscos.
En Sant Feliu de Guíxols, el agua presenta una elevada concentración de bacterias. La Generalitat estima que se ha generado por los desechos arrastrados por la lluvia de la semana pasada. También puede haberse producido por la rotura de un desaguadero, posibilidad que la Generalitat da por "improbable". Sea como sea, la cantidad de microbios es tal que inutiliza el proceso de purgar los moluscos en agua esterilizada, como se hace con los caracoles: para limpiar su organismo haría falta tanto tiempo que el molusco quedaría inservible para su consumo.
El Departamento de Agricultura no descartó más prohibiciones para extraer moluscos, dado que el aumento de la temperatura del mar favorece la concentración de algas y bacterias.
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