El Gobierno ha gestionado en diez años 3.424,6 millones no presupuestados

El Gobierno vasco ha gestionado 3.424,6 millones de euros entre 1996 y 2007 que no figuraban en los Presupuestos aprobados por el Parlamento vasco. Esta cantidad suplementaria proviene del exceso de recaudación sobre las previsiones en los tributos concertados por las tres haciendas forales, según los cálculos realizados por la parlamentaria socialista Joana Madrigal.

Los presupuestos en Euskadi se elaboran conforme a las previsiones de recaudación que se fijan por diputaciones y Gobierno en el Consejo Vasco de Finanzas ordinario de octubre. El resultado final nunca se ajusta a los previsto, como apuntó en un informe el Tribunal de Cuentas en abril pasado.

El PSE pregunta al Gobierno por el destino de la recaudación extra

El Tribunal de Cuentas ha sugerido que se ajusten más las previsiones

En todos los años de la última década se han alcanzado recaudaciones superiores a las estimadas, excepto en 2001, cuando la cantidad obtenida fue inferior en 58,7 millones a la prevista. Con esta excepción, el saldo acumulado entre 1998 y 2004 fue de 2.088,5 millones de euros. Esta cantidad aumenta espectacularmente si suman los tres últimos años de esta legislatura. Llega así hasta los 7.674 millones de euros, según se muestra en el gráfico adjunto, que se incluye en una pregunta presentado por la parlamentaria socialista al Gobierno.

Este incremento de la recaudación de las haciendas forales ha permitido contar al Gobierno en tan solo los tres últimos años, con unos recursos extraordinarios de 1.921,2 millones respecto al presupuesto aprobado por el Parlamento. En 2007 la aportación de las haciendas forales a las arcas del Gobierno fue de 7.996,01 millones. Con la liquidación del ejercicio, sin embargo, la cifra disponible se elevó hasta los 8.475,1 millones.

El total de la recaudación por impuestos concertados se reparte entre las diputaciones y el Gobierno conforme a los llamados coeficientes verticales, que vienen previstos en la Ley de Aportaciones, una vez detraído el Cupo que se paga al Estado por el coste de las competencias no asumidas.

Joana Madrigal ha preguntado al Gobierno si este dinero ha ido a remanentes de tesorería o se ha destinado a otros menesteres. Resalta que es un dinero "cuyo gasto no ha sido autorizado por el Parlamento" e inquiere sobre con qué base legal el Gobierno ha utilizado estos fondos y qué destino les ha dado.

Precisamente, sobre esta cuestión presentó el pasado abril un informe el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas referido solamente a los años 2003 a 2005. En este periodo las tres diputaciones recaudaron por los tributos concertados 1.484,5 millones de euros más de lo previsto durante el trienio 2003-2005, según un informe del tribunal. La misma cantidad que ha calculado el grupo socialista.

En ese periodo el Gobierno utilizó la mayor parte de los ingresos extra que le correspondieron en aumentar el gasto en Osakidetza. Las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa los destinaron a amortizar su deuda, mientras que Álava los encauzó hacia el plan foral de obras.

El informe del órgano de fiscalización, realizado a petición del Parlamento, analizó las desviaciones en las previsiones recaudatorias y el destino que se da al dinero. Destacó que las recaudaciones reales en dicho periodo fueron en todos los casos superiores a las previstas, algo que, apuntó, ocurre todos los años, no sólo los analizados. El incremento en la recaudación fue de un 3% en 2003 y 2004, y de un 9% en 2005.

Esta prudencia al fijar las previsiones, explica el informe, se debe al propio sistema vasco de financiación, ya que una proyección de ingresos más elevada conlleva siempre una mayor aportación "a cuenta" de las diputaciones al Gobierno. El tribunal sugiere que un análisis de las desviaciones en algunos de los impuestos podría ayudar a ajustarlas a nivel más reducido. Los incrementos se ponen de manifiesto en el último mes del ejercicio, por lo que pasan a incrementar el remanente de tesorería, que se utiliza al año siguiente.

En el caso del Gobierno, el dinero extra que recibió entre 2003 y 2005 lo usó en su mayoría para incrementar el gasto en Osakidetza (unos 200 millones entre los tres años) y a pagar nóminas (61 millones en 2003 y 23 en 2005). También se dedicó a las subvenciones ordinaria y extraordinaria a la UPV y a los gastos del Prestige.