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Sony avisa de que "peligra" su planta en Cataluña y amenaza con 275 despidos

El grupo exige un plan de viabilidad con recortes de costes del 50%

Sony ha aguantado hasta ahora como una roca en el castigado paisaje industrial catalán. Pero la viabilidad del centro de la multinacional japonesa en la localidad de Viladecavalls (Vallès Occidental), donde trabajan 2.500 personas, se resquebraja respecto de las dos plantas que la compañía ha puesto en marcha en Eslovaquia, donde los salarios son el 75% más bajos que en España.

El grupo japonés pide que se acorten distancias con los costes en Eslovaquia

El grupo líder de la electrónica de consumo, que en Cataluña fabrica televisores, ha puesto sobre la mesa "un plan de viabilidad" para evitar cualquier desbandada y asegura que quiere "consensuarlo" con los sindicatos. El plan prevé, entre otras medidas, una reducción global de los costes de producción, incluida la congelación salarial, y la introducción de medidas de flexibilidad en la producción. Si no se acuerda dicho plan, en el que según fuentes sindicales se exige una reducción de costes del 50%, la compañía deberá recortar 275 empleos, advierte su director general en España, Pedro Navarrete.

Los sindicatos se mostraron abiertos a negociar, pero no quieren "firmar ningún cheque en blanco si no se garantiza a largo plazo la continuidad de la fábrica", en palabras de Jordi Martínez, de UGT de Cataluña, quejoso con que la empresa "pida y pida, pero no dé nada".

El plan de viabilidad de Sony consta de cuatro vías para recortar costes. La primera, una automatización mayor de la producción, que requerirá inversiones adicionales. En el ejercicio pasado, que cerró el pasado 31 de marzo, la empresa disparó sus inversiones el 85%, hasta 53,86 millones de euros. Con vistas al actual ejercicio, se desembolsarán 70 millones.

El segundo pilar del plan es una "readecuación de los procesos para hacerlos más eficaces", medida que incluye la supresión de áreas que no aporten valor añadido a la compañía. La externalización de actividades como la logística interna, que emplea a más de un centenar de personas, es la tercera vía explorada.

Pero el hueso más duro de roer para la compañía será la negociación de un "nuevo marco de relaciones laborales" que introduzca bolsas de horas, al estilo de fabricantes de automóviles como Seat, de modo que se trabaje más cuando aumente la demanda y se trabaje menos en las épocas del año en las que disminuya. Con ello, la compañía busca evitar tener que contratar a eventuales en las épocas de mayor producción, como la actual.

En un almuerzo con periodistas poco antes de reunirse con el comité de empresa, Navarrete subrayó que los planes de la empresa no pasan "por transferir producción de aquí a Nitra", en Eslovaquia. Sin embargo, los sindicatos aseguran que la producción de Sony en Viladecavalls es ahora de un millón de unidades, cuando el año anterior era de dos millones; es decir, ha caído a la mitad, mientras que el grupo cuenta con una nueva planta en el Este con capacidad para producir cuatro millones de televisores y preparada para seis millones. El director general subrayó que Sony "tiene el compromiso" de quedarse en España, pero también que "la distancia de costes con Eslovaquia debe ser razonable, no enorme como ahora".

Sony aumentó las ventas el 4% en España el ejercicio pasado, hasta alcanzar 2.605,56 millones de euros, con un beneficio después de impuestos de 23,43 millones (el 2,8% menos). La inversión en investigación y desarrollo (I+D) se disparó el 79% con el contrato de 50 ingenieros que se sumaron a los 150 que ya trabajaban en Viladecavalls.

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