El Asad espera la paz de Siria e Israel en menos de dos años

El presidente sirio, Bachar el Asad, se convirtió ayer en el foco de atención de todos los flashes. No sólo porque oficializó visualmente sus "contactos indirectos" con Israel a través del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, sino también por las declaraciones que realizó a distintos canales de televisión. En Al Yazira, El Asad expresó su disposición a establecer relaciones "normales", con Israel, incluyendo el intercambio de embajadores y un tratado bilateral de paz. En el canal France 2, aseguró que "firmar un acuerdo de paz con Israel (...) es una cuestión que requiere de seis meses a dos años como máximo si las dos partes son serias en cuanto a mantener conversaciones directas".

El Asad se perfila como el dirigente que habrá obtenido más réditos de la cumbre Proceso de Barcelona-Unión por el Mediterráneo, celebrada en la capital francesa. Sin embargo, aunque El Asad y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, nunca habían estado tan cerca, no se cruzaron ni una mirada durante la reunión que mantuvieron todos los mandatarios en el lujoso salón de hierro y cristal del Palais Royal.

El sábado Siria y Líbano anunciaron un acuerdo para su mutuo reconocimiento pleno, que quedará sellado con la apertura de embajadas en los respectivos países.

La presencia de El Asad en esta cumbre abre paso definitivamente a Siria en la escena internacional, y permite al país desvincularse del llamado por George Bush "eje del mal", formado por Irán, Irak y Corea del Norte. Como contrapartida, el dirigente sirio da su apoyo a los acuerdos de Doha, ofrece su contribución política a la estabilidad de Líbano y asegura una mayor acogida de refugiados iraquíes en su país.

Erdogan mostró optimismo por sus gestiones. "Nuestras esperanzas son muy grandes", manifestó, y añadió: "Nuestra determinación es firme para seguir haciendo esfuerzos para alcanzar los resultados, aunque éste es un asunto que requiere prudencia".

Olmert envió un mensaje al dirigente sirio en que manifestaba estar "seriamente" interesado en reanudar las negociaciones de paz con Damasco y que "era importante avanzar ahora", según explicó su portavoz.

El primer ministro israelí, agobiado por una múltiple acusación de corrupción, se mostró eufórico tras la reunión con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. Olmert afirmó: "Me parece que las posibilidades de alcanzar un acuerdo de paz nunca han estado tan cerca". Abbas, más realista, señaló: "Hemos establecido negociaciones profundas con Ehud Olmert y Tzipi Livni", la ministra de Asuntos Exteriores, que se perfila como sucesora de Olmert si prosperan las acusaciones de corrupción contra éste. "Estamos completamente comprometidos a seguir la hoja de ruta", añadió Abbas. Olmert prometió a Abbas la liberación de un grupo de presos palestinos, pero no preciso el número.