Cospedal ve posible para el País Vasco "un proyecto político sin nacionalistas"

Antes de su intervención, esperada con el lógico interés de su estreno frente a una afiliación que transita por caminos complicados desde que María San Gil decidió lanzar un órdago a Mariano Rajoy, Dolores de Cospedal tuvo que escuchar la oratoria de dos acérrimos seguidores de la todavía presidente de los populares vascos. Carlos Iturgaiz y Carmelo Barrio caldearon la situación, pero la nueva secretaria general salió por la tangente. Se limitó a agradecer a San Gil su labor, pero no se detuvo en exceso. De hecho, lo enmarcó en el reconocimiento a los anteriores presidentes de la formación vasca, de quienes, aseguró, "todos representan a este partido". Y acto seguido destacó la figura del candidato de consenso, Antonio Basagoiti, a quien definió como "hombre de ley y una buena persona".

"Tenemos que ser un proyecto que quieran los vascos que votan al PP"

Consciente de que era escrutada al máximo, y en la línea ya apuntada por Mariano Rajoy en su reciente visita a Vitoria, prefirió aludir a la unidad necesaria dentro del PP vasco "en lo fundamental", dentro de "la pluralidad y la diversidad", y en "los principios básicos". Fue aquí donde tocó la fibra al afirmar la respuesta del PP ante situaciones duras "como el chantaje, el zarpazo, el terror y el crimen del terrorismo"; un acoso que se deja notar en más de 200 cargos públicos y 180 concejales que, "pueblo a pueblo, calle a calle a calle y muchas veces en soledad, están defendiendo la libertad e igualdad de los vascos". "Por ellos, tenemos la obligación de ser un proyecto unido y ser un proyecto que quieren los vascos que votan al PP", agregó.

Cospedal, en una línea muy crítica con el PNV y con el lehendakari Ibarretxe, aseguró que "el nacionalismo no es el único camino que tiene el pueblo vasco". Así, remarcó que "ve posible para el País Vasco un proyecto político sin nacionalistas". En este discurso, y cuando aún están frescos los datos del Euskobarómetro que sitúan al tripartito muy lejos de la mayoría absoluta, la líder del PP no se olvidó de lanzar un aguijón a los socialistas, al asegurar que "el PSOE, sin embargo, no ve que es posible un Gobierno vasco sin nacionalistas".

Encaminada ya en las críticas al PNV, censuró el "desafío contra la soberanía nacional que ha vuelto a plantear". Y adelantó que "el PP va a seguir sin consentir ningún tipo de desafío ni a la Constitución, ni a la soberanía nacional ni a la libertad". "Lo vamos a hacer aquí y en el Tribunal Constitucional", indicó. Además, recordó que la ley de consulta ha salido adelante con los votos de EHAK, "un partido que nunca debió volver a las instituciones" y que "gracias a la tremenda equivocación e irresponsabilidad del PSOE está todavía en el Parlamento vasco".

También criticó la política lingüística del tripartito vasco y recordó el recurso presentado contra el currículo, así como el estado del sistema sanitario vasco, cuya calidad "cae día a día".

Sus críticas alcanzaron al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, del que dijo "habla de la crisis con la boca pequeña y no quiere reconocer lo que está pasando en nuestro país". Cospedal significó que "éstas son las dos situaciones, los dos personajes, que viven en la realidad con la que nos encontramos en el PP. El lehendakari, aquí, en el País Vasco, y un José Luis Rodríguez Zapatero que cree que vive en el país de Alicia en el País de las Maravillas y no sabe cómo lo están pasando los hombres y mujeres de este país", señaló.

Ante este panorama, De Cospedal, que tuvo palabras de recuerdo para Miguel Ángel Blanco, llamó a hacer "de la unidad y coherencia" del PP la "bandera fundamental", porque "la unidad es el cemento en torno al cual este partido se tiene que aunar en base a sus principios y bases más profundas".