La caída de ventas de inmuebles hunde el beneficio del Consorcio de la Zona Franca

Los ingresos por ventas de proyectos inmobiliarios del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), uno de los motores de la economía catalana, se desplomaron el año pasado (bajaron el 85,2%) y arrastraron a la baja las ganancias de la entidad en 2007, que disminuyeron el 48,7%, hasta 32,1 millones de euros.

El consorcio desligó de la crisis actual esta evolución negativa de sus resultados (los ingresos de explotación por su actividad habitual aumentaron el 6,1%) y la atribuyó al hecho de que, dentro de los ciclos de la promoción inmobiliaria, hay años en los que los esfuerzos se centran en invertir en nuevos proyectos y otros años en los que dichos proyectos generan ventas. "El año 2007 fue un año de inversión, no de ventas", resumió el director general del organismo, Esteve Borrell. El delegado del Estado en el CZFB, Manuel Royes, añadió en la presentación de resultados que las operaciones de venta cerradas en 2006 -fue el caso de la City Metropolitana de L'Hospitalet- eran difícilmente repetibles en 2007.

La institución, que actúa como agente de promoción económica, tiene este año en marcha seis proyectos que movilizarán inversiones de 108 millones de euros, pero el parón inmobiliario sí influirá en su actividad.

Royes y Borrell estimaron que la venta de parcelas urbanizadas de los cuarteles de Sant Andreu, un proyecto cuya inversión inicial se calcula en 240 millones de euros, se retrasarán entre uno y dos años. La superficie total del solar es de 113.500 metros cuadrados y allí se deben construir 2.000 nuevas, de las cuales el 60% serán de protección oficial.

En lo que va de año, el consorcio ha puesto la primera piedra del hangar de mantenimiento de Iberia en El Prat, y también del edificio Eureka, que promueve en el Campus de Bellaterra junto con la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). El resto de los proyectos inmediatos que no se detendrán son el Edificio Media-TIC en el distrito tecnológico del 22@, el Banco de Sangre y de Tejidos y la sede corporativa del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC).

Royes avanzó que el CZFB se opone a que la línea de ferrocarril que unirá las fábricas de Seat de Martorell y Barcelona, y se destinará al transporte de piezas de automóvil, atraviese los terrenos del parque logístico, contra la propuesta de trazado que plantea el Gobierno catalán, informa Efe.