"Los gobiernos nunca pueden ser comprensivos con la inflación"
"El problema de la inflación es muy serio. Es el peor enemigo del poder adquisitivo de los ciudadanos, especialmente los más desfavorecidos". El profesor José Manuel González-Páramo (Madrid, 1958), miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), sostiene que las autoridades monetarias europeas, los gobiernos y los agentes económicos privados no pueden "ser indiferentes" a este fenómeno y deben actuar en la misma dirección para tratar de corregir esta situación adoptando "medidas correctoras que garanticen el poder de compra de los ciudadanos no se verá erosionado a medio plazo".
González-Páramo, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad Complutense de Madrid, estuvo el pasado jueves en el selecto grupo de consejeros del BCE que acordó por "unanimidad" un aumento de 0,25 puntos de los tipos de interés, hasta situarlos en el 4,25%. "No fue dudoso tomar esa decisión". Se hizo, aseguró, sin tener en cuenta las instrucciones, recomendaciones o presiones que habían planteado los gobiernos de Alemania, Francia o España.
"Va a mantenerse alta durante un periodo muy prolongado"
En medio de una tormenta mundial marcada por grandes turbulencias macroeconómicas, el progresivo encarecimiento de los productos energéticos y un peligroso incremento inflacionista, la mejor receta es "no repetir los errores del pasado" y adoptar medidas correctoras que contribuyan a lograr la "estabilidad de los precios" y, consiguientemente, garanticen "el poder adquisitivo" de los ciudadanos. González-Páramo cerró el pasado viernes en San Sebastián un curso de verano organizado por la UPV y la Escuela de Periodismo de EL PAÍS sobre el papel de Europa en un mundo globalizado. En su conferencia, titulada La moneda única europea como fuente de estabilidad global, desgranó los motivos que llevaron al BCE a elevar 0,25 puntos los tipos y advirtió de los riesgos que se ciernen para la economía si no se controlan los precios a medio plazo: "Desde el otoño de 2007 se ha pasado de una inflación [media] del 1,7 al 4%, lo que explica la ansiedad y el malestar de los ciudadanos. Y es esperable que la inflación se mantenga en niveles elevados durante un periodo extraordinariamente prolongado", advierte. El BCE trata de acercar la tasa al 2%, el nivel en el que se encuentra actualmente EE UU.
Además de la intervención de la máxima autoridad monetaria europea, González-Páramo juzga necesaria la implicación de los gobiernos: "No podemos caer en el mismo error que en los 70, porque si los gobiernos son comprensivos con la inflación y se resisten a actuar, ésta se instala en el sistema, llega el desempleo masivo y luego cuesta décadas eliminar las consecuencias".
Los agentes públicos "deben ejercer su función para no perjudicar el objetivo de la estabilidad de los precios", opina el consejero del BCE. Por eso, propone "mejorar la eficiencia en el consumo energético, liberalizar los mercados de energía, facilitar el aumento de la capacidad, eliminar los obstáculos al aumento de producción de productos refinados y tratar de fomentar la investigación en productos sustitutivos de aquellos que hoy se encarecen". Sostiene que la subvención del consumo energético y la actualización de los salarios al IPC no son las mejores herramientas para combatir la inflación.
El ejemplo de España, con una tasa del 5,1%, es muy preocupante. El alto funcionario europeo considera que, siendo el tercer país en el área euro con el índice más elevado -sólo le superan Bélgica y Eslovaquia-, "la inflación sólo es el principal problema económica para el 2,4% de la población. Esto no es lógico". Frente a ello, el Eurobarómetro ya sitúa este fenómeno como la máxima preocupación para la mayoría de los europeos.
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