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Noche masiva y tranquila

Los barceloneses acudieron masivamente a Montjuïc durante su primera Nit Blanca. Riadas de gente ocuparon la montaña desde las torres venecianas, a sus pies, hasta el castillo que la corona. Precisamente, este éxito de público podría haber sido el único contratiempo de una noche tranquila, en la que ni la Guardia Urbana ni los Mossos destacaron incidentes.

Los museos, que abrieron hasta las tres, se vieron desbordados por una afluencia que en el MNAC sumó 12.234 visitantes entre las siete de la tarde y su cierre. El Museo Etnológico tuvo problemas para controlar a su público y la Fundació Miró llegó a cerrar en alguna sala.

Desorientación hubo también en el estadio olímpico. Las entradas distribuidas por el Instituto de Cultura para los espectáculos que allí presentaron Comediants y La Fura dels Baus convocaban el público a las ocho, pero el inicio de la primera actuación no estaba previsto hasta las nueve y media. Un centenar de personas esperaron en las gradas hasta que Comediants aparecieron, finalmente, a las diez. A las doce le tocaba el turno a La Fura, que se quedó lejos de llenar las gradas.

Este estadio olímpico por llenar contrastaba con un Grec rebosante, al que no pudieron entrar muchos de los que hacían cola ante las puertas. Con sus riadas, la montaña entera se acercaba más a la imagen del Grec que a la del estadio. Y los autobuses especiales de Transportes Metropolitanos lograron trasladar estas riadas de un sitio a otro sin problemas.

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