El partido de Erdogan defiende su legalidad ante el Constitucional
El fiscal pide que se prohíba el AKP por socavar la laicidad
El gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado), del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, se defendió ayer ante el Tribunal Constitucional turco, en una vista a puerta cerrada, contra las acusaciones del fiscal general, Abdurrahman Yalcinkaya, que exige la ilegalización del partido bajo la acusación de que socava el laicismo del Estado. El viceprimer ministro, Cemil Cicek, y el número dos del grupo parlamentario del AKP, Bekir Bozdag, comparecieron para presentar sus argumentos.
El AKP rechaza las acusaciones y asegura que ciertas declaraciones de miembros del partido, mencionadas en la acusación, no demuestran supuestas actividades antiseculares. La decisión final del Constitucional se espera en las próximas semanas.
El pasado 14 de marzo, Yalcinkaya exigió la ilegalización del AKP y una suspensión de actividad política de cinco años para 71 altos funcionarios del partido, incluidos Erdogan y el actual presidente de Turquía, Abdulá Gül. Para que el Constitucional decida la ilegalización del AKP necesitará los votos de al menos 7 de los 11 jueces lo que, según muchos analistas, causaría una gran crisis política en el país.
Por otro lado, documentos incautados en la operación policial del pasado martes contra un grupo ultranacionalista conocido como Ergenekon, que promueve el laicismo, han puesto de manifiesto sus intenciones de realizar un golpe de Estado gradual para derrocar al Gobierno, según informaba ayer la prensa turca. La fiscalía ha acusado a dos importantes generales retirados y a otras 19 personas de estar involucrados en una trama de protestas, atentados y asesinatos selectivos con el objetivo de causar el caos y provocar un golpe de Estado.
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