López y Barreda acusan al 'lehendakari' de dividir a los vascos y rechazan su aventura

Socialistas y populares coincidieron en parte del argumentario para rechazar una consulta que "divide" a la sociedad vasca y que sitúa a la organización terrorista ETA como árbitro por vía interpuesta, esto es, por el voto del PCTV. Pero el líder de los socialistas vascos, Patxi López, dejó ayer muy clara una cosa: la política de frentes en Euskadi "ha pasado a la historia". El tándem constitucionalista tipo Mayor-Redondo Terreros de 2001, que hizo sacar los votos nacionalistas vascos de debajo de las piedras y dio la mayor victoria electoral que ha logrado Ibarretxe en décadas, es una historia del pasado. O como bien dijo ayer Patxi López, un "juego suicida para el país" en el que el PSE no va a participar.

PSE y PP dijeron ayer no a seguir el camino de la "aventura" que propone Ibarretxe y el tripartito con la consulta a la sociedad vasca. Pero hasta ahí parece que llegan juntos en el camino que se va a recorrer en Euskadi hasta las elecciones autonómicas.

El líder del PSE y ya candidato de ese partido a lehendakari, tuvo un golpe de efecto ayer desde la tribuna cuando anunció al poco de empezar su intervención que iba a votar sí. Eran las 11.10 y por un momento, Ibarretxe pareció acusar la noticia. Todo fue un espejismo. Los socialistas iban a votar sí "al diálogo, al entendimiento, al acuerdo entre vascos, un sí a la convivencia... Y en consecuencia vamos a rechazar su propuesta porque, precisamente, significa lo contrario". Patxi López se adelantó también al previsible discurso "victimista" y lo intentó socavar ofreciendo "diálogo", entre otras cosas para lo prioritario: recuperar la unidad frente a ETA. "No busque portazos donde no los hay y mucho menos haga a Euskadi víctima de un enemigo externo que no existe", le espetó.

El portavoz del PP en el Parlamento vasco, Leopoldo Barreda, optó ayer por dejar al lehendakari en evidencia. Por supuesto, dijo que la consulta divide y dirige a Euskadi a la independencia, pero le acusó de "faltar a la palabra dada". El lehendakari, al que gusta abusar de tópicos como el de "palabra de vasco", recibió el reproche con mal gesto. Barreda le recordó que había prometido en su programa electoral hacer la consulta en "ausencia de violencia" y que había mantenido que no usaría los votos de la autodenominada izquierda abertzale. Ayer necesitó uno para aprobar la ley de consulta. "¿Quién enciende o apaga sus 10 años de mandato si no son aquellos que han sido incapaces de venir aquí a rechazar y alejarse de la violencia?", le recriminó en el mismo sentido Patxi López.

A la "palabra menguante" de Ibarretxe sumó Barreda otro reproche, el hacer "pagos adelantados" a ETA para que apoyara la consulta. Recordó, entre otras, la negativa del Ejecutivo vasco a reconocer que ETA estaba detrás de los ataques al Tren de Alta Velocidad vasco o su actitud contraria a las mociones de censura en los consistorios que ANV gobierna en minoría.

El respeto a las reglas de juego como principio democrático estuvo presente en toda la intervención de Barreda, que dijo que el proyecto sólo busca reeditar el frente nacionalista de Lizarra. Esta petición, sin embargo, no molestó tanto al lehendakari como que el popular le llamara "Indiana Ibarretxe" en referencia a la "aventura soberanista" que iniciaba.

Barreda aseguró que la propuesta puede ser el final de un ciclo e indicó que los vascos se encuentran cansados de que Ibarretxe siempre "se presente como salvador".