Olmert logra en el último minuto salvar el Gobierno
El primer ministro israelí pacta con los laboristas celebrar primarias en septiembre
La política israelí es un zoco árabe. Todo se apaña. Llevaba semanas el líder laborista, Ehud Barak, amenazando con retirar el apoyo de sus 19 parlamentarios al Gobierno de Ehud Olmert y ayer estaba prevista la votación preliminar de una ley para disolver la Kneset (el Parlamento). Barak había prometido que su partido apoyaría la moción.
Con una consecuencia irremediable: el hundimiento del Ejecutivo. Pero en el último suspiro, tras una noche de negociaciones interminables, alcanzaron un pacto.
No se votó la iniciativa. A cambio, el primer ministro se compromete a celebrar primarias en Kadima antes del 25 de septiembre y a cambiar inmediatamente los estatutos de su partido, que, diseñados a la medida del carismático Ariel Sharon, no preveían la figura de las primarias.
Olmert consigue ganar tiempo. El 17 de julio los abogados del jefe del Ejecutivo interrogarán a Morris Talansky, el magnate estadounidense que confesó haber entregado a Olmert al menos 150.000 dólares (96.000 euros) en efectivo cuando éste era ministro de Industria en el Gobierno de Sharon. Esperan los letrados desmontar esa acusación de corrupción, origen de la enésima arremetida contra el primer ministro.
El escándalo, no obstante, pierde relevancia. La opinión pública, la derecha, el laborismo y prominentes líderes de Kadima están hasta el gorro de Olmert, maestro en el arte de la supervivencia. Los analistas dan por acabada su carrera política. Como si se tratara de las negociaciones entre Israel con Hamás o Hezbolá, el intercambio nocturno de mensajes requirió de intermediarios. Los dos Ehud no se hablan. La tesitura de Olmert es dramática. Durante el discurso de Nicolas Sarkozy en el Parlamento, el lunes, se observó al primer ministro y a la jefa de la diplomacia, Tzipi Livni, intercambiar breves palabras. Ni se miran. Se desprecian. Olmert acusa a Barak de "inmoral" y Livni hace lo propio con el jefe del Gobierno. Lo único que une a ambos dirigentes es su temor al anticipo electoral. Los sondeos auguran un descalabro del laborismo y de Kadima.
En la Cámara, ya suspendida la votación, la sesión fue tumultuosa. De trazo grueso. El portavoz del derechista Likud, el grupo favorito en las encuestas que presiona a Barak para que abandone el Gobierno, llamó "trapos" a los diputados laboristas. Olmert participó y dejó claro cuál es su clavo ardiendo. "Cualquier negociación de paz en la que nos comprometemos se encontrará con vuestra oposición, porque vosotros, simplemente, no queréis la paz", dijo aludiendo a los legisladores del Likud y a las negociaciones con los palestinos y con Siria.
Fechas clave
- 17 de julio. Los abogados de Olmert interrogarán a Morris Talansky, un empresario estadounidense que declaró el mes pasado que dio al político 96.000 euros a lo largo de 15 años.
- 3 de agosto. El Parlamento israelí empezará el receso veraniego, que durará hasta el 26 de octubre. Es poco probable que haya movimientos políticos contra Olmert durante esos tres meses.
- 25 de septiembre. Finaliza el plazo para que Kadima (partido de centro de Olmert) celebre elecciones para elegir a su nuevo líder.
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