Carod desoye a Montilla y acude a un acto contra el Tribunal Constitucional

El Gobierno catalán no se escapó de sufrir algún rasguño ayer, a raíz del acto organizado por Òmnium Cultural con el indisimulado objetivo de restar legitimidad al Tribunal Constitucional para revisar el Estatuto. La línea oficial del Gobierno era no implicarse ni acudir al acto por considerar que podía interpretarse como una intromisión en la labor del alto tribunal. Pero todas las cautelas saltaron por los aires al anunciar Josep Lluís Carod Rovira que se disponía a asistir al acto en calidad de consejero de Vicepresidencia.

De nada sirvió que ayer, tras la reunión del Ejecutivo, el consejero Joaquim Nadal insistiera en que "el Gobierno no ha enviado ningún representante" a la cita celebrada en el Teatre Nacional. Josep Lluís Carod ya llevaba 24 horas anunciando su asistencia al mismo a través de la agenda de actos oficiales que todos los días elabora la Generalitat. Nada habría pasado si Carod hubiese acudido al acto en nombre de su partido, pero sí molestó a sus socios el hecho que lo hiciera en representación del Gobierno. "El consejero ha cometido un error", aseguraron fuentes de Presidencia, que insistieron en que "la mayor parte del Gobierno no está a favor de la naturaleza del acto de Òmnium".

Pero en el acto de ayer la presencia gubernamental no cesaba con el consejero Carod. En un escalafón inferior también acudieron el secretario general de Cultura, Eduard Voltas, el director general de Proyección Exterior del Deporte Catalán, Ignasi Doñate, y el director general de Política Lingüística Bernat Joan. Todos estos cargos dependen de departamentos regidos por ERC, y concretamente por el sector carodista. En el acto, ante más de 1.000 personas, se exhortó a los partidos a hacer cumplir el Estatuto mediante un "pacto interno" de alcance catalán.