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El desafío iraní

Teherán aguanta la presión

Irán ve "puntos en común" con Occidente, pero no dejará de enriquecer uranio

Irán reconoció ayer que existen varios puntos en común entre su propuesta y la presentada recientemente por las grandes potencias occidentales para poner fin a la disputa nuclear. Pero insistió en que, de ninguna manera, suspenderá su programa de enriquecimiento de uranio. "Creemos que hay ciertos puntos en común que son alentadores y ayudarán a que empecemos las negociaciones", afirmó un portavoz del Ministerio de Exteriores iraní.

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Pese a las nuevas sanciones impuestas contra Irán por su programa nuclear, las tensas relaciones entre Teherán, Bruselas y Washington se encuentran ahora en un momento de relativa calma diplomática. Irán tiene sobre la mesa una propuesta de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania (G-6) que el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana, le presentó el 14 de junio pasado. El enviado europeo declaró la pasada semana que estaba a la espera de la respuesta iraní al plan, que supone una flexibilización de anteriores requerimientos.

Frente a la insistente exigencia de que Teherán suspenda el enriquecimiento de uranio antes de sentarse a negociar, ahora se plantea una nueva fórmula bautizada como "congelación por congelación". Irán, que insiste en que su programa nuclear sólo tiene fines civiles, congela durante seis semanas su programa de poner en marcha nuevas centrifugadoras y la comunidad internacional congela la imposición de nuevas sanciones. Un hipotético acuerdo permitiría fijar en ese tiempo un marco de conversaciones llamado a crear un nuevo plazo de negociación de seis meses, esta vez con suspensión de actividades nucleares, aunque no definitivamente, que idealmente desembocaría en un acuerdo entre la República Islámica y la comunidad internacional. Fuentes europeas indican que las sanciones acordadas ayer no entran en esta transacción porque aún no ha habido respuesta iraní a la propuesta de Solana.

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El Gobierno iraní tampoco ha desvelado sus planes, pero ha dejado claro que no suspenderá el enriquecimiento de uranio, ni siquiera de forma temporal. La República Islámica ha presentado su propia propuesta para poner fin a la disputa, pero fuentes diplomáticas aseguran que no tiene en cuenta la preocupación que genera su proyecto nuclear, que puede tener un uso civil y nuclear.

"Ha llegado el momento para empezar a negociar y no debemos perder esta oportunidad", afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores, según informó la televisión por satélite iraní Press TV. "Tenemos la impresión de que ahora hay más voluntad de la otra parte de llegar a un acuerdo que hace unos años", dijo Mohamed Alí Hoseini.

De momento, sin embargo, ante el temor a nuevas sanciones contra su sistema financiero, Irán está retirando sin parar depósitos de bancos europeos. Aunque no hay datos oficiales, el semanario Shahrvand-e Emorouz cifra los fondos retirados en 75.000 millones de dólares (unos 48.500 millones de euros).

Por otra parte, la policía detuvo ayer a Hans-Josef H., un empresario del sur de Alemania de 62 años, por vender presuntamente a Irán material para construir cohetes, lo que viola los embargos de Occidente.

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