Cien buques de altura secundan el amarre en 20 puertos de ultramar

Walvis Bay, Luanda, Natal o las Islas Georgias son algunos de los destinos de los más de cien barcos de altura gallegos repartidos por el mundo que secundan el paro. Los congeladores que operan en el Atlántico Sur pusieron hace días rumbo a Montevideo, donde han ido entrando hasta 28 buques para descargar y esperar órdenes de España. Enrique Cossano, de la agencia marítima uruguaya Tranship, que opera con Galicia, describía ayer la situación haciendo referencia a la sobrecarga de trabajo que esta entrada simultánea está ocasionando. "Tenemos problemas por el uso de los muelles, las grúas, los camiones y las balanzas del puerto. Han sido unos días de mucho movimiento. Todos ellos han descargado prácticamente a la vez", explica. La prensa local de Montevideo también se hacía eco ayer del "paro mundial de los pesqueros españoles".

Otros buques que estaban faenando en esa zona se han dirigido a Port Stanley, en las Malvinas. Allí, Antonio Cordeiro, representante de la Cooperativa de Armadores de Vigo en las islas, aclaró que la entrada "está coincidiendo con el fin de la campaña, por lo que no ha provocado mayores problemas".

La flota que navegaba en el Índico, formada por diez palangreros, se ha repartido entre los puertos de Durban, en Suráfrica; Port Louis, en la Isla Mauricio, y Saint Paul, en Nueva Caledonia. Cuatro de los que faenan en el Atlántico Norte y en el área de NAFO esperaban autorización para entrar en Reikiavik y el resto están fondeados en Killibegs (Irlanda) y en puertos españoles (Vigo, Marín, Cangas y Las Palmas principalmente).

Los palangreros que pescan pez espada, tintorera y marrajo en el Pacífico optaron por los puertos de Pisco y Callao, en Perú, y Papeete y Manta, en la Polinesia Francesa y Ecuador, respectivamente.

La situación, según fuentes de las principales asociaciones de armadores en Galicia (Arvi y Arpesco) "puede endurecerse si no se llega a un acuerdo pronto". En esa dirección, el Parlamento Europeo aprobó ayer una resolución en la que pide incrementar hasta los 100.000 euros por buque las ayudas que se pueden conceder al sector pesquero sin necesidad de autorización de Bruselas.

El pleno también recomienda conceder más poder a los pescadores a la hora de fijar los precios, reforzar los controles a los productos procedentes de la pesca ilegal y poner en marcha planes de ajuste de las flotas nacionales. La Eurocámara ha reconocido que los productos de la pesca "se encuentran al mismo nivel de precios que hace 20 años", en parte a causa de la falta de control sobre la entrada en el mercado de productos a bajo precio procedentes de la pesca ilegal.

Importaciones de Asia

Otra de las causas de la crisis, apuntada por los armadores de Vigo, está en la creciente competencia de partidas procedentes de Asia, principalmente de panga y tilapia. Para ellos, "la contaminación del Mekong, donde se encuentran situadas las granjas de panga, podría estar afectando a la calidad de estos productos".

España es el segundo importador mundial de panga de Vietnam, después de Rusia. El año pasado compró 168.000 toneladas de filetes, un 230% más de lo que se adquiría en 2004.